El partido-milicia chií Hezbolá ha asegurado haber lanzado este jueves más de 200 proyectiles contra territorio de Israel desde Líbano, en una segunda oleada de ataques en respuesta a la muerte de uno de sus comandantes en un bombardeo israelí cerca de la ciudad de Tiro.
El grupo ha recalcado que ha lanzado "más de 200 proyectiles de varios tipos" contra "varias bases militares enemigas" en el norte de Israel, según ha informado la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada al grupo, sin que por ahora haya informaciones sobre víctimas.
Los ataques han provocado que los sistemas de alerta antiaérea hayan sonado durante más de una hora en varios puntos del norte de Israel y han provocado varios incendios en la zona, según ha confirmado el jefe del consejo regional de Golán, Ori Kallner.
"Han impactado casi todos en zonas abiertas, pero han provocado incendios", ha señalado en declaraciones concedidas a la cadena de televisión Channel12. Las sirenas han sonado también en las ciudades costeras de Acre y Nahariya, tal y como ha recogido The Times of Israel.
Hezbolá ya disparó cerca de cien proyectilse Katyusha durante la tarde del miércoles en respuesta a la muerte de Muhamad Nimá Naser, alias 'Abú Nimá', nacido en 1965 y uno de los comandantes del grupo. El vehículo en el que iba Naser fue alcanzado por un bombardeo ejecutado por un dron israelí cerca de Tiro.
El Ejército israelí y Hezbolá --apoyado por Irán que cuenta con un importante peso político en Líbano-- mantienen una serie de enfrentamientos desde el 8 de octubre, un día después de los ataques perpetrados contra territorio israelí por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas, que dejaron cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados.
Las tensiones han ido al alza durante las últimas semanas y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió recientemente de que el Ejército israelí "está preparado para una acción muy poderosa" en la frontera con Líbano, mientras que el propio Ejército asegura tener ya un plan preparado para ello. Por su parte, el 'número dos' de Hezbolá, Naim Qassem, sostuvo que una expansión del conflicto derivaría en "devastación y destrucción" en Israel.