Un centenar de propietarios de  restaurantes de la provincia vallisoletana se reunieron ayer en el Centro de Artesanía de Portillo para debatir sobre el presente, pasado y futuro de la cocina tradicional dentro del I Foro de la Cocina Rural de Valladolid, organizado por la Diputación de Valladolid. Fueron muchas las anécdotas, conocimientos gastronómicos y atractivos culinarios que se pusieron encima de la mesa por los participantes, pero solo fue uno el hilo conductor que unió a todos los conferenciantes; el uso de los productos de la tierra.

Pan, lechazo, quesos, espárrago, lenteja, huertas, vinos..., son muchos los productos de la tierra que los cocineros de los restaurantes ubicados en el medio rural valliasoletano utilizan prácticamente a diario y que han otorgado a su gastronomía un lugar de reconocido prestigio.

De igual forma, los cocineros repasaron algunos de los productos tradicionales de la cocina rural que han destacado a lo largo de los años por su entereza e inmejorable calidad. El pichón de Tierra de Campos, los mantecado de Portillo, el piñón de Pedrajas, las cerveza artesana, la miel y la morcilla de Valoria..., son solo algunos ejemplos de la importancia suma que tienen estos productos en las cartas de los restaurantes vallisoletanos.

Ramón Molpeceres, del restaurante El Caballero de Olmedo, manifestó durante el Foro que en su carta lleva productos típicos de la tierra. Elías Redondo, del Hotel Villa de Ferias, apuntó que su establecimiento apuesta por los productos de la zona y comentó que aún conserva un menú histórico con platos del siglo XV. Estas solo fueron algunas de las demostraciones de que la cocina rural vallisoletana mantiene su apuesta por los productos de la tierra.