Heavy, motero, tiktokero y... cura

M.B.
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El sacerdote Juan Antonio Molina, al frente de cinco parroquias de la provincia, se desplaza en moto, no oculta sus gustos musicales y también evangeliza a través de una de las redes sociales más de moda, donde tiene casi 150.000 seguidores

Juan Antonio Molina posa en Siete Iglesias de Trabancos. - Foto: Jonathan Tajes

Juan Antonio Molina saluda a todo el mundo en el Centro de Espiritualidad del Corazón de Jesús. Allí prepara a adultos para la confirmación. Sonríe con cada 'hola hermano' en este centro de la calle Santuario. Pero también en los alrededores de él. Y, por supuesto, en alguno de los cinco pueblos donde acude semanalmente. Incluso cuando accede a posar con su BMW 1.200 Adventure, una moto que no pasa desapercibida para los transeúntes y lugareños. Y menos cuando ven quién se baja de ella. Porque este barcelonés de 52 años, hijo de una vallisoletana de Villabáñez, es cura y viste como tal, con alzacuellos. «Antes no lo hacía. Iba por la calle y parecía más un heavy que un presbítero. Pero hace unos años decidí cambiar», explica, asegurando que él es cura y, salvo en contadas excepciones, así va vestido.

Pero este párroco que recibió la llamada de Dios antes de cumplir los 18 años -«tenía una novieta y alucinó cuando se lo dije»- y que se ordenó hace más de 25, es mucho más. Está al frente de cinco parroquias de la provincia, las de San Pedro Apóstol, en Foncastín; Santos Juanes, en Nava del Rey; San Pelayo, en Siete Iglesias de Trabancos; Santa María del Castillo, en Torrecilla del Valle; y Asunción de Nuestra Señora, en Rueda, donde reside junto a sus padres: «Me fui de casa a los 18 años y poder vivir ahora con ellos es increíble»; es delegado de catequesis de la Archidiócesis; arcipreste de Medina... motero, heavy, tiktokero y, aunque no le gusta recordarlo, ex concursante de Gran Hermano.

«Me vine a Valladolid en plena pandemia», arranca. Ya había estudiado aquí Teología en los Agustinos Filipinos y llevaba 15 años en Barcelona, como profesor de Religión, «o de lo que hiciera falta», tras estar predicando en Paraguay, Argentina y Brasil, y después de haber estudiado en Roma. Primero fue asignado a las parroquias de Rueda, Foncastín, Torrecilla, Rodilana y La Seca, cambiando estas dos últimas por las de Siete Iglesias y Nava.

Juan Antonio Molina posa en Siete Iglesias de Trabancos.Juan Antonio Molina posa en Siete Iglesias de Trabancos. - Foto: Jonathan TajesEn Foncastín da misa los sábados por la tarde y en el resto de pueblos los domingos, a las 10.00, a las 11.00, a las 12.00 y a las 13.15 horas. A las parroquias se desplaza en coche en invierno y en moto, una de sus aficiones, con el buen tiempo. «De toda la vida», responde cuando se le pregunta por su gusto por las motocicletas, que este fin de semana exprimirá al máximo con la organización de la I Ruta en Moto Jubileo Valladolid 2024, con motivo del Año Jubilar que vive la provincia. La asignación económica por ser párroco no da para gastos extras pero él siempre ha tenido un pelín de suerte para mantener viva una de sus pasiones: «La primera me llegó a raíz de un bautizo. Recién ordenado sacerdote, en 1998 en Barcelona, hablando con uno de los invitados le comentaba que no podía tener moto debido al voto de pobreza. Me ofreció una, una Honda Lead 100, a un precio muy asequible». A raíz de ella, o bien con cambios, al modo trueque, o por esa fortuna, ha ido teniendo varias, incluso dos Harley, incluida una Electra Glide, a la que incorporó un manillar alto y que cambió por su actual BMW antes de venir a Valladolid: «Aquí me daba vergüenza ir con una así, pasas menos desapercibido». Incluso llegó a pertenecer a un grupo motero, el Pawnees MC Barcelona, donde era conocido como 'Thor'.

«Nunca he tenido problemas por ser cura y tener moto. Es verdad que la congregación a la que pertenecía no entendía que tuviera una Harley y no se creían de dónde venía –la primera la consiguió en Barcelona por una donación de un señor que quiso que cumpliese uno de sus sueños–. Cuando iba a las bodas y llegaba en esa moto era una de las sensaciones por el ruido que meten», sonríe mientras explica que reconoce que puede llamar la atención. Pero nada más. De hecho, esa pasión, que comparte con Alfredo Lanchero, párroco de Cigales, hará que sobre 180 intrépidos compartan jornada con ellos en esa Ruta en Moto Jubileo, con final con eucaristía en la Catedral.

Otra de sus pasiones es la música, en este caso heavy. «Mirad lo que estoy escuchando ahora, Accept», enseña en su teléfono móvil. La banda alemana de heavy metal fundada en 1976 es una de sus preferidas, como muchos grupos de los 80. Hace años incluso él iba con pelo largo, pendiente y una frondosa barba, ahora recortada en una perilla. «Tampoco he tenido problemas por ello, quizá choque un poco, pero problemas, no», responde rápidamente. Eso sí, reconoce que las letras eran mucho mejores las antiguas que las de ahora.

Donde sí tuvo problemas fue en Gran Hermano. Mejor dicho, a raíz de entrar en el concurso 'pagó' las consecuencias, siendo suspendido a divinis –prohibiéndole el ejercicio de su trabajo pastoral, es decir celebrar eucaristía, confesar...– por un periodo de 8 meses. Juan Antonio Molina fue uno de los concursantes de la edición 12+1, de 2012, del conocido reality. Él no se arrepiente de haber decidido participar, pero sí de las consecuencias y de no haber obedecido. «Estaba dando clase a chavales de Bachillerato y ESO en Barcelona y me 'pincharon' con la opción de entrar. Lo vi como una plataforma para mostrar que un cura es una persona normal», recuerda. Reconoce que no obedeció a su Arzobispado, que le pidió que no participase, pero mantiene que entendía ese programa como una oportunidad. Además, no oculta que le gustan los medios: «Aguanté 74 días, pero acabé hasta el gorro y pedí salir».

Tras el bum de su incursión en Gran Hermano, decidió irse a Paraguay, alejándose de los focos mediáticos.

Pero él entiende que hay otros medios de predicar y de hacer llegar la palabra de Dios a todo el mundo. Y se lanzó a las redes sociales. Primero en Twitter, donde llegó a ser hackeado, perdiendo una cuenta con miles de seguidores. Luego en Instagram. Y desde hace tres años en TikTok, red para compartir videos cortos y en formato vertical. Allí, bajo la descripción de 'sacerdote católico, obrero de la viña de su Señor', cuenta con casi 150.000 seguidores y videos que superan los 3 millones de visualizaciones. «Al principio es verdad que comencé haciendo chorradas pero pronto lo cambié y empecé a evangelizar, a veces en tono fuerte. Contesto a dudas y hago reflexiones, versión que quiero explotar ahora», explica, reconociendo que sube un video diario, «si puedo».

¿Por qué usa las redes? «Porque entiendo que pueden ser una prolongación de mi 'trabajo' y porque me gustan», responde sin tapujos. 

El padre Juan quizá no sea un cura al uso, por esas 'aficiones' extra, pero asegura que su objetivo es  evangelizar. Lo hace en sus eucaristías en los cinco pueblos donde tiene parroquia, como arcipreste de Medina, como delegado de Catequesis, acudiendo en Semana Santa a triduos, como este año en la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado. Y, por supuesto, desde sus redes sociales o allí donde le llamen.

Casi 180 inscritos en la I Ruta en Moto Jubileo Valladolid 2024

El párroco Juan Antonio Molina organiza este fin de semana, junto al Secretariado de Cultura de la Diócesis, la I Ruta en Moto Jubileo Valladolid 2024. Con casi 180 inscritos, la cita arrancará el sábado, a las 10.00 horas, en la Plaza Mayor de Valladolid, donde tras la bendición de las motos (el padre confiaba en que pudiera hacerlo el arzobispo, Luis Argüello), pondrán rumbo a Torrelobatón, donde visitarán su castillo y la casa donde nació Bernardo de Hoyos; Toro y Rueda, donde pararán para comer (una paella). La ruta acabará a las 18.00 horas, en la Catedral de Valladolid, con una Misa Jubilar y «así ganar el Jubileo». «El Jubileo se gana haciendo una peregrinación a algún sitio y la nuestra acaba en esa misa», recuerda el padre Juan, que se congratula del éxito de esta ruta, que surge con motivo del Año Jubilar que celebra Valladolid.