La zona de bajas emisiones de la capital entrará en vigor en menos de tres meses, el 1 de julio, por lo que la cuenta atrás ya se ha lanzado sin una información generalizada y clara sobre las consecuencias que tendrá y las posibilidades que permite, tanto a los vecinos de la almendra central como a quienes quieran acceder con sus vehículos. Aunque se había anunciado un periodo de carencia de medio año (desde el 1 de enero), en el que se sancionaría solo a título informativo a quien incumpliera las normas de entrada a la zona, ya se ha pasado más de la mitad y aún no se ha iniciado la campaña. Esta misma semana se ha anunciado la puesta en marcha de una plataforma de gestión, donde se puede iniciar la tramitación de las exenciones y el equipo de gobierno municipal baraja enviar comunicaciones de carácter informativo en el mes de mayo a los propietarios de vehículos sin etiqueta ambiental, que pueden ser multados a partir de julio con hasta 200 euros.
Ciertamente, llevamos mucho tiempo con el asunto de la zona de bajas emisiones, pero precisamente por ello también hay mucha confusión en la calle. Una incorporación a la movilidad de la ciudad como esta restricción de accesos al centro histórico debería haber incluido una extensa campaña informativa que hubiera llegado a todos los ciudadanos, tanto los que viven dentro de la zona como los habitantes de los barrios, pues todos ellos se verán afectados a la hora de desplazarse con sus vehículos por la almendra central. No se ha hecho y ya se ha perdido buena parte del tiempo, aunque parece que ahora, con el estreno de la web informativa sobre el funcionamiento del área restringida, que también permite solicitar los permisos para poder circular por ella, se inicia un nuevo periodo en el que la difusión debe ser prioritaria.
Como ya he manifestado en otras ocasiones, las numerosísimas exenciones que justifican saltarse la zona de bajas emisiones la hacen casi inservible, al menos hasta que llegue el año 2030, cuando ya las limitaciones incluirán incluso a los vehículos con etiqueta 'C'. Pero bueno, de momento hay que aplicar la normativa en el área aprobada por el equipo de gobierno y eso comenzará este mismo verano, por lo que conviene acelerar el inicio de las 'sanciones' informativas, una buena manera de explicar a los ciudadanos qué pueden y no pueden hacer o qué vehículos pueden acceder a esa zona y cuáles no. La teoría es sencilla, todos los turismos diésel anteriores a 2006 y gasolina anteriores a 2001 tendrán el paso restringido desde el 1 de julio, a no ser que cumplan algunos de los motivos para disponer de una exención.
La movilidad sostenible es un concepto al que ya nuestros oídos están acostumbrados a escuchar, aunque no sé bien si todos los ciudadanos comprenden lo que significa. Por definirlo de forma simple se trata de las acciones y estrategias que buscan reducir el impacto ambiental de los desplazamientos, lo que se logra mediante el uso racional de los medios de transporte, tanto públicos como privados. Y esta zona de bajas emisiones es un claro ejemplo de ello, pues el objetivo que se busca es reducir la presencia de vehículos en el centro de las ciudades, eso sí siempre que se garantice el acceso a otros modos de transporte más sanos, eficientes y seguros.
Estemos a favor o en contra de esta medida, cuya implantación exige la Unión Europea, no es momento de debatir o discutir sus bondades o inconvenientes, sino de informarse, conocer sus limitaciones y cumplir para no ser multado por desconocimiento o negligencia. El control de los accesos será a través de cámaras, o sea que no es necesaria la presencia de policías locales, ni parece factible la picaresca o el desconocimiento, por lo tanto el Ayuntamiento debe intensificar su difusión, informar, ser divulgativo y conseguir que todos los ciudadanos sepan qué es la zona de bajas emisiones y cuáles son sus consecuencias. Desde luego, ahora mismo hay mucha confusión en la calle, donde todo el mundo ha oído campanas, pero muy pocos saben dónde suenan.