Los supermercados cifran en un 0,6% su desperdicio alimentario

M.B.
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Las empresas del sector cuentan desde hace años con planes de prevención, gracias a la introducción de programas informáticos, así como con la realización de donaciones, tal y como marca la nueva ley

Los supermercados cada vez usan más los descuentos en productos de caducidad próxima. - Foto: David Pérez

La Asociación de empresarios de Supermercados de Castilla y León cifra en tan solo un 0,6 por ciento su desperdicio alimentario. Y fundamenta su respuesta en que llevan años «con planes de prevención así como con la realización de donaciones», tal y como marca la nueva ley 1/2025, de 1 de abril, de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario.

Asucyl representa a las dos terceras partes de la superficie de alimentación en la Comunidad y pone el acento en que están luchando «de forma muy activa» contra el desperdicio alimentario durante la última década, colaborando tanto en la campaña del Ministerio de Agricultura 'Más alimentos, menos desperdicio', como en la campaña promovida por AECOC 'La alimentación no tienen desperdicio'. «Fruto de este esfuerzo de estos años, el desperdicio de nuestras empresas se ha conseguido situar en el 0,6 % del producto comercializado, lo cual nos da una idea del pequeño margen que nos queda. Ese porcentaje de desperdicio es el cociente entre el producto no vendido ni reaprovechado entre el producto total puesto a la venta. En definitiva, son alimentos destinados al consumo humano que terminan convirtiéndose en residuos».

Esa lucha la realizan mediante la prevención, «tratando de reducir que los alimentos se conviertan en excedente alimentario». Lo hacen mediante programas informáticos que, en función de diversos parámetros, fundamentalmente el histórico de ventas, calcula las cantidades con las que se tiene que aprovisionar diariamente cada supermercado:«Por este motivo, si vamos a última hora del día al supermercado, puede ser que haya alguna rotura de stock y no encontremos el producto que buscamos, o bien, puede ser lo encontremos con un descuento porque se acerca su fecha de caducidad o consumo preferente y los supermercados hacen esa promoción para dar salida a sus alimentos cuanto antes». 

El segundo paso es la donación a través de Bancos de alimentos, comedores sociales y a otras entidades: «Si no es posible, se aprovecha en la industria de transformación (mermeladas...) o bien para alimentación animal... misma jerarquía que contempla la ley».

Por todo ello, los súper, como medidas voluntarias, incentivarán la venta de productos con fecha de consumo preferente o caducidad próxima; dispondrán de líneas de venta de productos feos, de temporada, proximidad...; formarán a trabajadores para que actúen de forma activa en la prevención; y expondrán las propuestas de divulgación de las Administraciones para sensibilizar a los consumidores. 

Ayuntamiento y Junta.

Por su parte, el Ayuntamiento de Valladolid y la Junta de Castilla y León tienen diferentes ritmos de trabajo en su lucha contra el desperdicio alimentario. La entidad municipal contaba, hasta el cambio de gobierno, con una Estrategia Alimentaria, con proyectos para conseguir una alimentación saludable, con el consumo de los productos de temporada producidos fundamentalmente en el entorno geográfico, pero sin hablar de desperdicio. La entidad regional aseguró esta semana que está trabajando ya en el desarrollo de la ley contra el desperdicio alimentario, que «traerá obligaciones a las administraciones, sobre todo a partir de 2026», sobre todo en el diseño de acciones de concienciación y divulgación de un consumo responsable y la gestión sostenible de recursos, para la implantación progresiva de una cultura de la sostenibilidad alimentaria.