La llegada de la primavera pone en alerta a los miles de vallisoletanos que por estas fechas sufren los síntomas de las temidas alergias estacionales. Estornudos, ojos rojos, moqueo continuo, tos y picazón son algunas de las 'torturas' que sufren estas personas cuando se exponen a determinadas partículas en el aire, como el polen. Sin embargo, esta primavera no será excesivamente intensa. Al menos esas son las previsiones que maneja la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), que avanza que el nivel de polen en el centro de la península variará entre los mil granos por metro cúbico de las tres provincias de Aragón a los 5.000 de Toledo yCiudad Real. Y en el punto medio se encuentran Madrid y las provincias de Castilla y León, con 3.000.
De este modo, según la responsable del Servicio de Alergología del Hospital Universitario Río Hortega, Alicia Armentia, la primavera será «moderada» para estas personas, tras unas semanas marcadas por la lluvia. «Habrá mas vegetación, pero con niveles de polen similares a otros años y, cualitativamente, menos agresivo», explica.
Sin embargo, puede que estos síntomas moderados se prolonguen más en el tiempo, tal y como avisa la Seaic: «Este año, con motivo de las temperaturas tan altas que se han registrado durante el invierno y la gran cantidad de precipitaciones que ha habido en el mes de marzo, el polen se mantendrá más tiempo en el ambiente, lo que puede provocar que los síntomas de la alergia sean más persistentes». Una situación similar a la del año pasado, cuando los efectos duraron hasta agosto, en lugar de junio, que es lo habitual.
Sin embargo, a estas alturas del año el número de consultas sigue siendo el habitual, confirma la doctora Armentia, quien explica que la intensidad de las alergias primaverales «depende de factores contaminantes externos, como subidas térmicas, intrusiones saharianas, contaminación, pluviosidad o sequía e incendios».
Cuando llegue el primer pico, que no tardará, la doctora recomienda a los pacientes diagnosticados «que empiecen a tomar la medicación al mínimo síntoma» y sigan haciéndolo «mientras los niveles del polen al que están sensibilizados persistan elevados». Además, Armentia recomienda «que tengan en cuenta los días de viento, tormentas y calima» y «que se vacunen con inmunoterapia específica antes de la estación polínica». En lo que se refiere a las personas que no están diagnosticadas, sugiere «que acudan a consulta de alergia para conocer a qué se están enfrentando y cómo poner solución cuanto antes».
Síntomas todo el año
Armentia incide en que, aunque en estas fechas los síntomas de estas alergias se intensifican, en realidad son perennes y están presentes durante todo el año. «Lo importante es la calidad bioquímica del polen, no la cantidad», detalla. Los síntomas más habituales que provocan son rinoconjuntivitis, asma, dermatitis y urticaria.
Según los datos de Sanidad, la previsión de niveles de polen de casi todas las especies serán bajos para los próximos días en Valladolid, con tres excepciones de nivel moderado: Cupressaceae (ciprés, enebro y saniba), populus (chopo y álamo) y urticaceae (ortiga, parietaria y pelosilla).
La aceleración del cambio climático es un factor que amenaza a los que padecen alergias. Así lo sostienen múltiples estudios y el último comunicado de la Seaic: «Informes recientes señalan que el incremento de las temperaturas podría ocasionar un aumento en la producción polínica y en la cantidad de alérgenos de los granos de polen, extendiendo, además, la duración de las estaciones polínicas». Es decir, situaciones que se han dado en Valladolid de forma puntual el año pasado y que se prevé que se repitan esta primavera podrían convertirse en permanentes. La Sociedad añade que «este fenómeno agrava síntomas en personas alérgicas y favorece la aparición de nuevas sensibilizaciones en la población general».
También hay que tener en cuenta que los fenómenos meteorológicos extremos que son consecuencia directa del cambio climático, como la sequía, las lluvias torrenciales, calimas o fuertes vientos, «también desempeñan un papel clave en la dispersión de aeroalérgenos».
Diagnosticadas en 2024
Según los datos recabados en el Hospital Universitario Río Hortega, en 2024 los alérgenos que causaron más síntomas alérgicos siguieron siendo el polen de gramíneas, seguido del polen del plátano de sombra que ha aumentado «debido probablemente al pico de polinización tan importante registrado en abril». Respecto a otro tipo de alergias, les sigue en frecuencia la sensibilización al gato, seguida por el perro, que también aumentó respecto al año previo. Por otro lado, la sensibilización a ácaros también aumentó, «posiblemente asociada a la publiosidad, siendo las especies predominantes el dermatophagoides pteronyssinus y el ácaro de almacén Lepidoglyphus destractor (puede encontrarse en grano almacenado y piensos).