El alcalde de Valladolid prometió en la campaña electoral de 2011 convertir el área del Cuatro de Marzo en un «barrio bioclimático», el primero de España. Y en breve el Ayuntamiento podrá dar los primeros pasos para hacer realidad esta promesa gracias, en parte, a la subvención que ha conseguido de la Unión Europea, como ha confirmado uno de sus responsables a El Día de Valladolid. El importe de la ayuda todavía está por definir, pero podría alcanzar los 4,8 millones de euros si se consigue actuar sobre las más de 1.900 viviendas del barrio.
El objetivo de este proyecto de rehabilitación pionero en el continente, que se está llevando a cabo en colaboración con Génova y en Estambul, es reducir las emisiones de CO2 (635 Tm/año) y conseguir un ahorro del 61% en el consumo térmico y eléctrico de los vecinos del barrio. Según la memoria que presentó hace más de un año la Sociedad Municipal de Suelo y Vivienda (VIVA), para optar al programa de ayudas europeas R2Cities, se trata de potenciar el uso la energía solar fotovoltaica para el alumbrado público y la geotérmica para la obtención de agua caliente sanitaria en los pisos.
Y ahora que se ha conseguido el visto bueno de Bruselas, los encargados de convertir los 190 bloques del Cuatro de Marzo, construidos en los años 60, en parte de ese distrito energético y económicamente eficiente serán la empresa municipal VIVA, Cartif y Acciona. Aunque todavía se están negociando algunos detalles, en esta primera fase de la actuación está previsto trabajar sobre una sexta parte de los bloques para luego conseguir «una mejor aceptación de los vecinos», como reza en los objetivos del programa.
Vecinos. La implicación vecinal será fundamental para llevar a cabo la renovación integral de esta zona de la capital, al igual que ha sucedido en las dos fases del ARI de La Rondilla. De hecho, esos trabajos, que están en su fase final, servirán de base para las conversaciones de VIVA con los vecinos del Cuatro de Marzo. «Estamos expectantes y deseando conocer los detalles», asegura el presidente de la Asociación de Vecinos Nuestra Señora del Rosario, Carlos Vallelado. De hecho, el propio alcalde condicionó desde el primer momento la viabilidad dle proyecto a la colaboración público-privada para financiar estas actuaciones, además del consenso de los vecinos. «Primero, examinando todas las ayudas públicas; luego, buscando la participación de la iniciativa privada para que, a medio plazo, pueda recuperar la inversión, y finalmente, exigiendo la participación activa de los propietarios», aseguraba De la Riva en una presentación.
Los vecinos que acepten participar en la rehabilitación de sus edificios conseguirán mejorar su eficiencia energética y también su accesibilidad. Aunque el máximo objetivo de este programa Smart City es generalizar la utilización de energía geotérmica para la aportación del agua caliente sanitaria.
«Se trata de aprovechar una energía que se encuentra almacenada en las capas superficiales de la tierra para producir agua caliente sanitaria, que conlleva un ahorro notable frente a los sistemas tradicionales y sin apenas mantenimiento». En este sentido, se estudiará también la instalación de una central de calefacción de distrito que utilice combustibles sostenibles, como la biomasa.
Por último, se instalarán las placas solares fotovoltaicas necesarias para producir la energía eléctrica suficiente con la que iluminar las calles del Cuatro de Marzo, de tal manera que sea un barrio autoabastecido.