Los MIR rechazan contratar médicos sin especialidad de familia

D.V.
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Lo ven como una "falta de equidad y minusvaloración del esfuerzo" para formarse y una atención "deficitaria"

Un médico de Atención Primaria en un centro de salud de Valladolid. - Foto: Luis López Araico

Los médicos internos residentes (MIR) de las dos áreas de Salud de Valladolid han escrito una carta dirigida a la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Valladolid, a la Gerencia Regional de salud y a la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, en la que expresan su rechazo a la contratación  de médicos graduados/licenciados sin título de especialista o con título de especialista de Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC)  obtenido en estados no miembros de la Unión Europea .

A su juicio, se trata de una media "ilegal", ya que, argumentan, desde el 1 de enero de 1995 para ejercer como médico en el sistema sanitario público, es necesario además de la licenciatura o grado, tener una especialidad. También consideran que no es garantía de una atención sanitaria cualificada, debido a que los profesionales sin titulación de especialista no cumplen con las competencias de calidad garantizadas a través del sistema MIR. "Por ello, la Consejería de Sanidad deberá responsabilizarse de los problemas derivados de la práctica clínica de aquellos profesionales no acreditados en la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria".

Además, lo ven como una "devaluación" de la especialidad, y sienta precedente para que ocurra con otras especialidades; a lo que unen que la contratación de dichos médicos, sin las competencias necesarias "supone que cualquier error médico sea una negligencia, propiciando una atención deficitaria, un incremento del número de consultas, y un mal uso de los recursos sanitarios disponibles".

Entre sus argumentos figuran que va en "detrimento en la capacidad docente" del Sistema Nacional de Salud, debido a que la presencia de médico sin especialidad en centros docentes no obedece a los planes formativos de Formación Sanitaria Especializada (FSE); supone un "menosprecio a la labor educativa y desinteresada de los tutores", al tiempo que se perpetúan y empeoran la condiciones de profesional médico, porque "supone el aumento de la carga laboral para los especialistas".

Los médicos residentes ven una "falta de equidad y minusvaloración del esfuerzo realizado por parte de los MIR en ampliar su formación", en detrimento de su poder adquisitivo durante los años de Residencia, equiparando los sueldos del personal médico no especializado al de aquellos que sí han obtenido una especialización; un "enmascaramiento de puestos de trabajo reales y accesibles para el personal especialista y falseamiento de los resultados de estándares de calidad y demandas poblacionales en base a sus necesidades sanitarias", a lo que añade que se transmite a los profesionales, tanto médicos como de otras ramas sanitarias y a la población, la sensación de que la gestión pública de la Sanidad se basa "en la improvisación de planes de gestión sanitaria".