Una decena de personas ha quedado encerrada esta tarde durante casi una hora en la sucursal de Caixabank en la céntrica calle Santiago después de que un individuo tratara de robar unos teléfonos móviles allí expuestos y cuyo mecanismo de seguridad ha activado el cierre automático de la oficina.
El suceso se ha producido sobre las 16.43 horas, cuando un varón de nacionalidad extranjera, de complexión muy delgada y que vestía chándal y gorra, tal y como han informado a Europa Press fuentes policiales, ha entrado en la sucursal y en un momento dado ha tratado de llevarse unos teléfonos móviles que se encontraban allí expuestos.
Al parecer, los celulares, para prevenir su posible hurto, están provistos de un mecanismo que activa el cierre automático de la sucursal en el supuesto de que alguien se los quiera llevar de forma ilícita, que es lo que ha ocurrido en este caso con este individuo.
Así, tras cerrarse la puerta de cristal que da a la calle, el varón, en su intento de huida finalmente conseguida, ha logrado reventar la puerta y ha accedido a la calle por un hueco abierto en la misma, sin que luego los policías que se han personado en el escenario de los hechos lograran detenerle pese a las batidas realizadas por las inmediaciones.
Además, una decena de personas que había en ese momento en la sucursal, cuatro de ellas empleadas, otras tantas clientes y dos operarios que estaban intentando reparar el sistema de aire acondicionado, ha quedado encerrada hasta que casi una hora después la policía ha logrado franquearles la salida a través de una puerta lateral de emergencia.