En la inmensa llanura mis ojos posan el alma con galanura y junto al alma escondida se encuentra el cariño de la tierra tan querida. Es parte de la letra de 'Castellana', una obra de Juan Guerrero Urresti que lleva vinculada a la Coral Vallisoletana toda su vida. Forma parte de su repertorio desde siempre y con ella, se cerrará el concierto que ofrecerá la entidad este sábado en el Teatro Calderón.
Sus 33 miembros estarán acompañados de más de 100 excoralistas y de un patio de butacas lleno que disfrutará de una coral que cumple un siglo, que ha contado con centenares de voces, pero que comparten un único corazón repleto de amor por la música. Y es que precisamente el 15 de junio de 1924 se presentó esta institución. Un siglo después se hará un homenaje a sus miembros y concierto en su honor. La celebración del centenario comenzó con una exposición que se puede ver en el Teatro Zorrilla y continuará con un concierto solidario en octubre, la presentación de un libro y un concierto en el Miguel Delibes para final de año.
Pocas entidades son capaces de cumplir un siglo de vida y el mérito, según una de sus miembros y también secretaria, Patricia Canal Mies, es de los coralistas. Subraya que es la ilusión que han puesto las decenas de personas que han pasado por la coral el motor que ha permitido que todas estas voces sigan cantando bajo este nombre. Son aficionados, no cobran por cantar e invierten su tiempo libre en los ensayos. Sin el empuje y el amor por la música de las centenares de personas que han pasado por la Coral Vallisoletana, así como de sus directores, no se habría podido llegar a estos 100 años de historia.
Es una coral, pero también una familia. Las diferencias se dejan en la puerta. No importa la procedencia, las ideas políticas o la religión de cada uno. Una vez en el interior de la sede los miembros de esta entidad quedan unidos y cuidan unos de los otros. Así lo explica su actual directora, Sara María Rodríguez Piñeiro, que lleva al frente de la entidad desde 2008.
En cuanto al repertorio, ha cambiado con cada director. Cada uno a puesto su sello. Rodríguez ha introducido las habaneras y música contemporánea. Pero hay clásicos, como 'Castellana', que no solo es una canción clave para esta coral, sino también el nombre de un disco que se grabó en 1982. Y es que el haber tenido siempre una sede ha permitido a esta entidad contar con un importante archivo, no solo de partituras, sino de grabaciones, como las de 1930.
Historia
Coral Vallisoletana Marta integrante de la coral vallisoletana que cumple 100 años - Foto: Jonathan TajesEl refranero dice que no hay mal que por bien no venga y esta coral surgió de una inundación. El Esgueva se desbordó por la zona de la Magdalena, donde estaba el seminario. Los jóvenes se tuvieron que trasladar al Teatro Hispania, que ya no existe y allí les oyó cantar Julián García Blanco. El presidente actual de la entidad, Javier López de Uribe y Laya, explica que hasta ese momento solo había orfeones y García Blanco fundó la primera coral. Una entidad que ha sido el pilar del resto de agrupaciones.
Fue el 15 de junio de 1924, hace justo 100 años, cuando realizó su primera actuación. Fue un éxito y es que en esos primeros años llegaron a contar con un centenar de personas. Y un año más tarde, sumaba a un grupo de mujeres, algo avanzado para la época. La institución ha contado con grandes directores, como, Carlos Barrasa que estuvo 42 años al frente. Ha ganador un sinfín de premios. Ha viajado por el mundo, como a Turquía en los 70; y ha actuado dos veces ante un Papa, destacando la actuación ante Juan Pablo II en el Vaticano.
La coral siempre está abierta a nuevos miembros. Hace un par de años se incorporaron los últimos, una madre y su hijo de 15 años. El presidente de la entidad afirma «el canto mejora la confianza en uno mismo» y se aprende a ser humilde dejando los egos de lado por el bien común. La directora de la coral afirma que solo se necesita tener un poco de oído e interés por la música para entrar. Allí se aprende a leer las partituras y a formar parte de esta gran familia ya centenaria.
Coral Vallisoletana Guille integrante más joven de la coral vallisoletana que cumple 100 años - Foto: Jonathan TajesLos coralistas
Marta Marcos: un año y medio en la coral
«Es bonito mezclarse con personas de otras edades»
Coral Vallisoletna Inmaculada Treceño integrante que más tiempo lleva en la coral 50 años - Foto: Jonathan TajesCantar es casi una terapia para Marta. Lleva año y medio en la coral. Fue la penúltima en entrar en la entidad, pues animó a su hijo Guillermo a seguir sus pasos. La música corre por la sangre de su familia y desde siempre había participado en corales. Cuando llegaron los hijos y el trabajo, dejó de lado esta afición. Pero el año 2023 fue complicado y decidió dedicar parte de su tiempo de nuevo a cantar. Anima a jóvenes y adultos a entrar en la coral, pues subraya que se aprende mucho y que «es muy bonito mezclase con gente de otras edades».
Guillermo Fernández-Divar: miembro más joven de la coral
«Aprendo mucho de la gente y me lo paso bien»
Viene de familia su afición a cantar. La madre de Guillermo, Marta Marcos, entró en la coral y un mes más tarde ya le había convenido para participar en la entidad. En realidad, lleva toda la vida cantando en coros aunque solo tenga 15 años. «Soy el más joven, pero se aprende muchísimo de la gente y te lo pasas bien». Es más, se siente un privilegiado por poder participar en el centenario de la coral. Subraya que no mucha gente vive algo así. Además, cantar le ayuda a relajarse, sobre todo, en épocas de exámenes. Invita a los jóvenes a sumarse a la coral.
Inmaculada Treceño: 50 años en la coral
«Es mi vida, mi mundo. En ella aprendí a vivir»
Entró en la coral con tan solo 15 años de la mano de su profesora de piano. Lleva 50 siendo miembro de esta entidad. «Cantar te llena el espíritu. Cantar todos a una, juntos, es especial». Estudió Derecho, pero nada más terminar la carrera se puso a dar clases de música y lleva toda la vida siendo profesora en una academia. «La coral es mi vida, mi mundo. En ella aprendí a vivir, a relacionarme con gente de todas las edades, a convivir. Es una escuela de vida», subraya. Viajó por el mundo gracias a ella y además, subraya que es una familia más.