El Fundación Aliados ha sumado una victoria agridulce ante un peleón Iberconsa Amfiv de Vigo que, con solo cinco jugadores, plantó cara a los locales y les dejó sin el basketaverage, ya que en tierras gallegas se impusieron los de César Iglesias por once puntos (72-61) y aquí fue 66-59. Si bien los vallisoletanos afrontaron la recta final del partido con una renta de doce (64-52), no supieron conservarla, debido a imprecisiones y malas decisiones en el tiro.
El cuadro morado parecía tener todo a su favor, sobre todo, porque contaba con más rotaciones y, por tanto, con más variantes de juego que su rival, que demostró una capacidad de lucha ejemplar con su quinteto. El exceso de confianza y la falta de ambición por parte de los de José Antonio de Castro, se tradujo en un choque que, aunque dominaron desde el inicio, no contó con la intensidad esperada, ni en defensa, ni en ataque.
Cierto es que las faltas personales prácticamente cayeron solo del lado local -26 por 7 de Vigo-, lo que llegó a desesperar a los vallisoletanos en varios momentos del encuentro, pero también es cierto que acumularon demasiados fallos en los lanzamientos, y ofrecieron un paupérrimo porcentaje (menos del 40% de acierto), que les lastró hasta el último segundo. Van Brunschot no impuso su autoridad en la pintura, y eso dio alas a Betancourt y a un joven Knight, quien se convirtió en una auténtica pesadilla para el Fundación Aliados.
El mejor ejemplo de la falta de hambre de los locales se dio en el tercer cuarto, en el que estos lograron un parcial de 8-0 que dejaba el marcador en 42-36, pero tras el tiempo muerto de Iglesias, ese tanteo dio la vuelta a favor del cuadro visitante, hasta el 52-47. Y aún había por delante diez minutos en los que corregir errores y tratar de poner tierra de por medio, pero el conjunto morado volvió a relajarse, y vio cómo la ventaja que les permitía mejorar el average del partido de la primera vuelta, desaparecía en el último suspiro, con dos canastas seguidas de Betancourt y Brais Pérez.