«En Castilla y León no nos vamos a callar, no nos quedaremos quietos». El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, se subió al estrado del Senado de España para tocar los tambores de guerra y avisar al Gobierno de España de que Castilla y León plantará batalla judicial contra cualquier tipo de «agravio» o «favoritismo» que el Ejecutivo central acometa en materia de deuda o financiación autonómica en el marco de las negociaciones para la conformación de un nuevo Gobierno. Envuelto en la bandera de la «igualdad» de todos los españoles, el mandatario regional intervino en la Comisión General de las Comunidades Autónomas de la Cámara Alta para poner en sobre aviso al Ejecutivo central de que la Junta llevará ante los tribunales una condonación de la deuda para algunos o si se dan «favoritismos» en la financiación autonómica porque eso supone un «agravio» para la Comunidad. «Las decisiones sobre los ingresos del Estado a las comunidades autónomas deben respetar los principios de igualdad y de solidaridad y deben ser debatidas y aprobadas por todos, no en lejanos despachos, a espaldas de todos». Una comparecencia de doce minutos en la que Fernández Mañueco también tuvo tiempo de arremeter contra una posible ley de amnistía que supondría el «desprecio» y la «condena a resignarse» a quienes defienden la unidad de España, que deberán «aceptar su servidumbre» frente ante quienes «imponen su pensamiento único y excluyente».
Escoltado por todos los presidentes autonómicos populares y todos los senadores autonómicos del PP, el presidente de la Junta reiteró que se acogerá a la vía judicial si hay condonación de deuda solo para algunos porque, insistió, será «un agravio» y especialmente para los que han contenido la deuda y ha equilibrado sus cuentas. También emprenderán este camino si hay «favoritismos específicos» en el modelo de financiación, porque consideró que algunas autonomías, como Castilla y León, están «infrafinanciadas». «Que no haya españoles de primera ni españoles de segunda. Que no se apueste por el clientelismo político con ello».
Amnistía
Pasado el aviso judicial, Fernández Mañueco centró su discurso en cargar contra la posible amnistía a los políticos catalanes en el marco de las negociaciones para un nuevo Gobierno en España. En este sentido hizo suya la voz de Castilla y León, que aseguró que dice «basta ya». Momento que aprovechó para hurgar en la herida de las críticas de exdirigentes socialistas a esta medida para cita al expresidente del Senado y exsecretario regional del PSOE de Castilla y León, Juan José Laborda: «Es una decisión irreflexiva, oportunista y demagógica». A su juicio, con ello se anula el legislador, la justicia, lo «bueno» conseguido en la transición y con la Constitución de 1978 y da «carta blanca» para que se repitan los hechos de 2017 en Cataluña.
«No es negociable la igualdad de los españoles y no es negociable aceptar privilegios para unos en perjuicio de otros. Eso no puede ser. Señorías, podrán vestirlo de seda, adornarlo con bellas palabras y también elevados principios, pero todo esto seguirá siendo infame». El presidente expuso que la amnistía no encaja en el marco de convivencia previsto en la Constitución, «retorciéndola por la puerta de atrás y negociando con unos pocos para meter a martillazos lo que no está» en la Carga Magna, ya que advirtió de que «no es una goma que se estire o se encoja a voluntad de quien quiera ser presidente», informa Ical.
«Muchos nos preguntamos ¿hasta dónde va a llegar Pedro Sánchez?», planteó para añadir: «¿Hasta dónde ignorará principios constitucionales básicos con tal de conservar su poder?». «En Castilla y León seguiremos trabajando por una España en unidad», verbalizó Fernández Mañueco, que puso de ejemplo a Castilla y León por su «autonomismo útil, solidario y también leal» y su modelo continuado de gestión «útil y eficaz» de la sanidad, de la educación, de los servicios sociales y de la dependencia, que insistió es un «modelo» en toda España.