El puente de Santa Teresa estrenará nueva imagen antes de que acabe el otoño. Desde hace varias semanas los operarios trabajan en las obras de renovación integral de la acera de aguas abajo, cuyo pavimento de madera quedó totalmente destrozado hace medio año, tras el paso de una ambulancia sobre el mismo. Esto supondrá una nueva acera, de aproximadamente 200 metros de longitud por 11 metros de ancho. Las obras estarán listas antes de fin de año y cuentan con una dotación de 200.000 euros.

De momento, se ha desmontado la pequeña franja de pavimento que aún permanecía tras el accidente, así como los distintos escalones y las jardineras propiamente dichas (estructura metálica y de fábrica de ladrillo, mallas, impermeabilizaciones, redes de riego, tierra vegetal y plantaciones). Se conservará el elemento exterior de la estructura metálica, que servirá de apoyo para una pieza corrida de acero que hará tanto de "bordillo" como de defensa frente al tráfico.

Ahora se está trabajando en la nueva pavimentación sobre la estructura del puente. Se está colocando un enlosado de terrazo tipo pétreo en colores blanco, rojo y negro, sobre mortero de cemento. Esta nueva acera, de aproximadamente 200 metros de longitud por 11 metros de ancho, dará continuidad a las existentes en los lados de La Rondilla y El Cabildo.

Para sustituir a la anterior jardinera corrida se prevé colocar un gran número de jardineras prefabricadas de buen tamaño, con sus correspondientes plantaciones y red de riego, que se instalará por el interior del nuevo elemento metálico que hará también las funciones de bordillo-defensa. Asimismo, se prevé la colocación de bancos de madera para completar el uso estancial de la acera-paseo.

Cambios.

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Estas obras llegan tras las provisionales que se acometieron hace unos meses. Y es que para poder abrir provisionalmente esta acera al tránsito peatonal se optó por desmontar el pavimento en la mayor parte de su anchura y ejecutar dos cuñas de hormigón en los extremos para permitir el paso directamente sobre la estructura del puente. Este pavimento de madera (tablas sobre rastreles) venía generando importantes problemas de conservación desde su puesta en servicio, con frecuentes roturas parciales de las tablas, con las consiguientes quejas y accidentes. Desde la Concejalía de Tráfico y Movilidad también se apunta que resultaban muy problemáticos los "bancos" o prismas sobreelevados, que fue preciso desmontar completamente hace varios años en ambas aceras. En el mismo grado de problemático se encuadra todo el entablado de revestimiento de las jardineras corridas y sus escalones anexos, además de conllevar "una seria dificultad" para realizar el mantenimiento periódico de las plantaciones y red de riego de las jardineras ya que, al no ser posible transitar con vehículos sobre la acera de madera, debía acometerse desde la calzada del puente, con los consiguientes cortes de tráfico y problemas de seguridad. "Todo ello, además de generar continuos gastos de reparación, hacía que el estado general de los citados elementos presentara un aspecto degradado e impropio de una estructura de reciente construcción", detalla el concejal, Alberto Gutiérrez Alberca.