Un libro recuerda al historiador Jesús María Palomares

D.V.
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'El legado de Jesús María Palomares (1931-2023). Aportaciones a la historia contemporánea de Valladolid y su Universidad' contiene una recopilación de artículos del historiador y fraile dominico, fallecido el pasado año

Presentación del libro de artículos del historiador Jesús María Palomares. - Foto: E. Press

El Ayuntamiento de Valladolid y la UVa han presentado este lunes el libro en el que se recopilan artículos del historiador y fraile dominico Jesús María Palomares, fallecido el pasado año, en los que trata principalmente la historia contemporánea de Valladolid y de su universidad.

El libro 'El legado de Jesús María Palomares (1931-2023). Aportaciones a la historia contemporánea de Valladolid y su Universidad' se ha presentado en un acto desarrollado en el Aula Triste del Palacio de Santa Cruz en el que han intervenido el rector de la UVA, Antonio Largo; el también historiador y colaborador de Palomares durante muchos años, Celso Almuiña; el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero; y el coordinador de la edición y profesor de Historia del Derecho, Carlos Belloso, informa Europa Press.

De Jesús María Palomares se ha destacado, en su faceta académica y profesional, su dilatada labor en la universidad, donde además de su formación académica como Teólogo destacó por su labor investigadora, dirigir durante años el Departamento de Historia Moderna, Contemporánea y de América y por ser durante doce años secretario general de la UVA de la mano del rector Fernando Tejerina.

La publicación, como ha detallado Carlos Belloso, es la segunda en torno a Palomares que se lanza en los últimos años tras la edición en libro de su tesis doctoral sobre el Convento de San Pablo, que se publicó poco tiempo después del fallecimiento del religioso.

Para entonces, ha relatado el profesor de Historia del Derecho, ya llevaba unos años de trabajo en torno a una selección de artículos de la trayectoria académica del profesor, tras convencer al propio Palomares cuando entre 2020 y 2021 comenzó a recopilar textos y pudo ver que "todo aquel material era muy revelador y se podía agrupar en distintas temáticas".

El Ayuntamiento de Valladolid, en la figura de la directora del Servicio de Publicaciones, Paz Altés, apoyó el proyecto desde el momento en el que Belloso se lo presentó, aunque fue necesario ajustar las dimensiones ya que la selección inicial era de más de 30 artículos y unas 1.000 páginas.

Finalmente, tras sumar al proyecto a la UVA, se acotó el contenido a los artículos sobre dos de los cuatro bloques temáticos identificados, los relacionados con la sociedad de Valladolid y sus personajes --movimientos sociales, movimiento obrero, beneficencia, guerra civil y franquismo e historia eclesial--; y la historia de la Universidad de Valladolid en el siglo XX, con especial atención al movimiento estudiantil.

La enfermedad y muerte de Palomares, como ha recordado Belloso, sucedieron cuando estaba "a punto" de comenzar a trabajar con él para elaborar el prólogo, por lo que éste finalmente se llevó a cabo como un trabajo historiográfico y bibliográfico.

La del protagonista, fallecido en mayo de 2023, no fue la única ausencia que sobrevino durante la edición del libro, ya que también se produjo ya en julio de 2024 la muerte de Teófanes Egido, compañero durante muchos años de Palomares en el Departamento de Historia Moderna, Contemporánea y de América, y cronista oficial de Valladolid.

Por ello, Belloso ha reconocido que las correcciones "más dolorosas" fueron tener que cambiar el tiempo verbal en las referencias a Egido y ha recordado la "sintonía y complicidad" que tenía con Palomares.

"Un hombre de sociedad"

Para Jesús Julio Carnero, Palomares era sobre todo "un hombre de sociedad vallisoletana", que se dio cuenta que "la prédica no vale sólo hacerla en el convento" sino que "tenía que salir fuera".

"A parte de su valía como teólogo, fue un gran investigador y junto a todo eso era una gran persona. Y para mi era lo más valioso", ha destacado Almuiña, que ha repasado algunas anécdotas de una relación que como ha incidido comenzó "tempranísimo", en 1970, cuando Palomares estaba ya en el Departamento universitario mencionado y Almuiña era un joven profesor asistente.

Tras ello, como ha explicado el rector Antonio Largo, Palomares consiguió una plaza en la Universidad de Santiago, primero como profesor agregado y después logró la Cátedra en 1979, pero acabó por regresar a la Universidad de Valladolid en 1982 para dirigir el Departamento de Historia Moderna, Contemporánea y de América.

Doce años como secretario general de la UVa

En esa época llegó también al cargo de secretario general de la UVA, durante los mandatos de Fernando Tejerina en el rectorado, y también junto a Francisco Javier Álvarez Guisasola, entre 1984 y 1996.

Durante su etapa de doce años en la Secretaría General de la UVA, ha destacado el actual rector, la institución tuvo "un desarrollo en sus edificios e instalaciones como no se había visto", con la construcción entre otros elementos de los apartamentos universitarios, la sede de la actual Facultad de Comercio, la apertura del Edificio Rector Tejerina como ampliación de la Facultad de Derecho; la reforma de la Residencia Reyes Católicos o del Palacio Conde Ansúrez.

Jesús María Palomares compaginó la secretaría general con la actividad docente e investigadora, y ha subrayado que era "un docente metódico y querido que dejó un extenso legado de antiguos alumnos", muchos de los cuales son hoy profesores en la universidad.

Además, Largo ha incidido en la actitud de Palomares con la universidad, porque "siempre estuvo disponible para echar una mano en tareas de gestión" y tras su jubilación continuó integrado en la institución y en la vida académica.

Por otra parte, Jesús Julio Carnero ha mencionado el papel que tuvo Palomares como fundador y primer director de Radio Popular, "germen de la cadena Cope", su pregón de la Semana Santa de Valladolid en 1983, o la importante vinculación de la orden de los Dominicos con la ciudad, a la que Carnero ha considerado como "icónica" para esta orden.

Pero además ha contado como anécdota que Jesús María Palomares fue su confesor durante unos 20 años porque asegura que así lo decidió el propio Carnero por el siempre motivo de que "despachaba rápidamente" y no le pedía excesivas explicaciones. Con ese detalle jocoso el alcalde ha querido subrayar el carácter moderado y discreto del religioso, ya que "no quería meterse mucho más de lo necesario".

En la presentación han participado otros representantes institucionales como el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales; el vicepresidente de la Diputación provincial, Víctor Alonso; y la teniente del alcalde del Ayuntamiento Irene Carvajal.