El regreso de un grupo de directos

M.B.
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La banda vallisoletana Cosmic Birds ya tiene listo el que será su quinto trabajo de estudio, que esperan vea la luz antes del verano

Guille Aragón y David Hernández, de Cosmic Birds, posan con las fotos de Fernando Delgado y César Fernández. - Foto: Jonathan Tajes

Nunca lo dejaron, pero solo el hecho de decir que vuelven ya es noticia. Porque 'Cosmic Birds' fue, o mejor dicho es, una de esas bandas que nació con estrella y que durante años hizo disfrutar con sus directos a muchos fans. De hecho llegaron a tocar para más de 5.000 personas en el Arenal Sound? de 2012, «justo antes de Love of Lesbian»; o a grabar uno de sus discos tras un crowdfunding.

Este 2024 es el año de su regreso. Ya tienen listo su quinto trabajo –realmente es el sexto porque antes de sus discos de estudio sacaron una maqueta, 'Hello Earth', «con una multipistas analógica–», que esperan que vea la luz antes de verano.

El grupo arrancó en 2010 de la mano de David Hernández y Mario Llana, más conocido como Robin. Este segundo se fue a Edimburgo de Erasmus, pero no dejaron de componer pese a la distancia. «El nombre es por la canción del grupo francés Air 'Cosmic Birds', que salía al final del programa musical 'Viaje a los sueños polares'. Nos pareció apropiado porque es onírico, espacial...», recuerdan. Un año después, ya con Guille Aragón a la batería, sacaron esa maqueta, «más pop naif independiente», con la que bromean sobre el hecho de que llegaron a su cumbre, al ser elegida por la revista Mondosonoro como mejor demo del año, premio Notedetengas al artista revelación ganando el concurso de bandas del Arenal Sound. En el festival de Burriana, ya con César Fernández al piano, tocaron en horario top: «Fue acojonante».

Tras ese empujón, editaron en 2012 un EP, 'Secret Garden', y un LP, 'Chronicles of the Windwar', grabado por Pablo Giral, que fue nombrado mejor disco de 2012 por Mondosonoro Castilla y León. Robin se fue a Estados Unidos y entró Fernando Delgado al bajo –«lo elegimos porque era el que mejor cantaba», bromean, aunque la realidad es que el hecho de que usen los coros invitó a ello–.

Y llegó el crowdfunding y 'The Solstice', grabado por Javier Nieto en los estudios Dobro. Fue reseñado como uno de los mejores discos de 2014 en lugares tan diversos como Rusia o Latinoamérica y presentado en directo en Radio 3: «La línea ha sido parecida pero con evolución. Solstice era más maduro, menos naif, más preciosista y con palos oscuros... chamber pop».

Sonorama (dos veces), Madrid, Santander, Castilla y León... y en 2016 'Melt in Trees', producido por Martí Perarnau y grabado en Dobro, mezclado en los estudios Reno y masterizado en Berlín por Andreas Schoenrock, «entre el folk luminoso y el pop más oscuro, sentando así las bases de un sonido revitalizado y más contundente».

«Desde entonces nos ha atropellado la vida. Nunca hemos dejado el proyecto», explican. De hecho tenían un disco a punto de salir, pero la pandemia se cruzó en su camino. No volvieron a subirse a un escenario hasta 2022, en un Día de la Música en la capital. Y desde ese año trabajan en el LP que verá la luz, esperan, antes del verano. Serán nueve temas en una línea «barroca de arreglos». 

Aseguran que hay mucha música, mucha información en el trabajo, y que no hay temas que busquen de salida lo comercial: «Intentamos sacar el máximo provecho artístico de los cuatro». Todo en inglés, como siempre, y con temas personales y con mucha metáfora. Eso sí, dejan claro que no es un disco rupturista: «Es nuestro sonido, a lo que sonamos en el local»; y que son un grupo de directos. «No pudimos tocar los otros discos lo suficiente», algo que esperan hacer con este.