La obra de urgencia en Arco Ladrillo choca con su demolición

M. Rodríguez
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El concejal de Movilidad anuncia que hoy mismo se comenzará a reparar los bordes y se limitará la velocidad a 30 km/h en el tramo de la estructura y se inhabilitarán dos carriles. Las obras durarán 11 meses y costarán unos dos millones

La obra de urgencia en Arco Ladrillo choca con su demolición - Foto: J.T.

El Ayuntamiento decreta una cirugía de urgencia en el puente de Arco de Ladrillo para reparar los daños existentes en los bordes. Una actuación que se solapará y choca con la licitación de la obra del proyecto previsto en el plan de integración ferroviaria, gestionado por la sociedad Valladolid Alta Velocidad, que contempla lsu demolición y la ejecución de un paso subterráneo para el tráfico rodado. "Las consecuencias en otros proyectos no me importan, no he hecho ninguna referencia a ello. El alcalde ya advirtió en el ultimo consejo de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad que veía la necesidad de actuar en este viaducto", defendió el concejal de Tráfico y Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca.

Según el concejal del PP "en este momento no hay proyecto de paso inferior" y aunque el Ministerio de Fomento se ha asegurado que la redacción definitiva se presentará en junio, Alberto Gutiérrez asevera que no será así. Además, ha añadido que el plazo que vendría a continuación para licitar y adjudicar las obras y su puesta en marcha "no sería tan perentorio" y entiende que se necesitarían al menos "ocho meses" para la adjudicación, informa Europa Press.

Cronograma 

- Foto: J.T.

La actuación se ha aprobado esta mañana en una sesión extraordinaria de la Junta de Gobierno y contempla la reducción de cuatro a dos carriles para el tráfico. Además se limitará la velocidad a 30 km/h y se anuncia la instalación de un radar para controlar su cumplimiento. "Evidentemente los primeros días se generarán retenciones y molestias para los conductores". Estos trabajos durarán 11 meses y costarán dos millones de euros.

El concejal de Tráfico y Movilidad subrayó que el problema no está en la estructura y que no hay riesgo de colapso. "El problema son las defensas situadas en los bordes, que son antiguas y están obsoletas", aseguró. El Consistorio defiende que existe un riesgo de caída en un hipotético impacto de un vehículo contra las defensas laterales y un peligro de desprendimiento de trozos de la estructura en esos bordes.

Según ha asegurado el concejal, el estado de la estructura se ha comprobado mediante los trabajos encargados a una "consultora" a través del contrato de Conservación y los técnicos han explicado que hace ahora un año, justo tras las elecciones municipales de mayo de 2023, se llevó a cabo otra actuación más liviana que la que se plantea ahora para 'recrecer' parte de los muros exteriores. Pero, con el paso de los meses, se ha comprobado que esa solución no ha sido suficiente para consolidar las defensas exteriores.

Por eso esta misma tarde se colocará la señalización de las obras en el lugar y por la noche comenzará el balizamiento del carril derecho (sentido salida de la ciudad), que continuará mañana en el sentido contrario (carril de entrada).

Está previsto que las obras de demolición, refuerzo y reparación de la estructura de la calzada en el sentido de entrada se prolonguen hasta noviembre de este año, para continuar con las correspondientes en el sentido de salida, que concluirán en abril de 2025, por lo que el director del Servicio de Espacio Público e Infraestructuras (SEPI), Francisco Pérez, ha apuntado que la evolución de los trabajos podría permitir que "a la mitad del plazo" de once meses se pudieran reducir las restricciones en uno de los dos sentidos.

Alternativas

Gutiérrez Alberca lamentó no poder ofrecer"alternativas" de itinerarios para evitar las retenciones durante las obras. Por este viaducto pasan cada día más de 42.000 vehículos, pero Movilidad reafirma que las restricciones son la "única opción" existe para evitar el cierre total al tráfico rodado.

Gutiérrez ha recordado que actualmente "no hay alternativas sustitutivas al viaducto de Arco de Ladrillo" pues las dos vías más próximas con capacidad para hacerlo se encuentran cortadas o con tráfico restringido; es el caso del viaducto de Daniel del Olmo (por el que no pueden circular vehículos pesados, ni siquiera el transporte colectivo) y de la calle Labradores, cortada al tráfico por estar en ejecución las obras de integración ferroviaria que no concluirán al menos hasta dentro de seis meses.

Los técnicos sugieren a los vallisoletanos que por el sur opten por la avenida de Zamora y por el norte o bien por el túnel de Andrómeda o por la VA-20, ya que el paso subterráneo de San Isidro está "al límite de su capacidad" en los últimos tiempos.