«Todo el mundo sabe el nivel de afluencia que tiene la campa, la adscripción ideológica y quien viene de fuera para tratar de ideologizarla más. Villalar no es la fiesta de todos». Con estas palabras salía ayer el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, al paso de las críticas por la ausencia de los miembros de Vox el pasado sábado en la celebración del Día de Castilla y León en la campa de Villalar, donde estuvieron representantes de PP, PSOE, Podemos o Soria Ya, entre otros. Hecho que se convirtió el sábado en el centro de las críticas de todos los partidos de la oposición, y que el presidente Alfonso Fernández Mañueco excuso asegurando que «tienen la libertad de vivir la fiesta como consideren». El número dos del Gobierno regional justificó así la negativa de su partido y de cargos institucionales del mismo, como el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, de acudir a Villalar. Así, en declaraciones a los periodistas tras la toma de posesión de los primeros cuatro secretarios generales, manifestó que en esa condición ya estuvieron él, los consejeros, el presidente de la Cortes y procuradores el 22 de abril en la entrega de los Premios Castilla y León, cuyo acto se celebró este año en La Bañeza (León). «Creo que no es la fiesta de Castilla y León», reiteró, a la vez que defendió que en un tuit publicado el Día de la Comunidad reivindicara «el espíritu genuino de los comuneros», representado, en su opinión, en quienes rechazaron la subida de impuestos y se alzaron contra las élites.
Recordó García-Gallardo que en el pacto de gobierno PP-Vox se recoge la historia como «un elemento común y de integración, no de división», lo que estimó que ocurre en Villalar por tratarse de una fiesta que «ha sido secuestrada por la izquierda». «Yo reivindicó el espíritu genuino de los comuneros», resumió. Sobre este asunto, el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, defendió la necesidad de llevar la fiesta del Día de Castilla y León a las nueve provincias para que se sientan «implicadas», y desmintió que quiera quitar o desmontar nada. «Hay que buscar otra orientación, pero Villalar estará ahí y ese acto de la campa el 23 de abril seguirá». «Sin criticar nada, se trata de una fiesta que ya estaba montada y todos los eventos estaban cerrados cuando se han constituido este Gobierno y las Cortes. Yo no vengo a quitar nada, pero hay que buscar otra orientación», aseveró Pollán.
Creo que Villalar no es la fiesta de Castilla y León".
Vigilar con lupa
Por otra parte, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, advirtió a los altos cargos que ayer tomaron posesión de sus puestos que el Gobierno de coalición de PP-Vox va a ser «vigilado con lupa y microscopio» en el resto de España y subrayó que su acción política se centra en «las cosas de a pie y del comer». Unas palabras que realizó durante el acto en el que tomaron posesión los secretarios generales de las consejerías de Industria, Comercio y Empleo (Alberto Díaz), de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio (Ángel María Marinero), de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (Joaquín Sagarra) y de Cultura, Turismo y Deporte (Carlos Fajardo).
Así, resumió en que reúnen los méritos, capacidad y experiencia para impulsar la acción de gobierno de sus respectivas consejerías y destacó «la agilidad» en los nombramientos dado que tanto él como vicepresidente como los diez consejeros tomaron posesión el pasado 20 de abril. «Se han callado bocas y ruido artificial, que solo es ruido, el Gobierno está aquí para mejorar la vida de los castellanos y leoneses», argumentó en el acto de toma de posesión de los tres letrados y un arquitecto, a los que señaló que el Ejecutivo de coalición «ha tomado la tarea de gobernar con responsabilidad» y centrado en «las cosas de a pie, del comer».
Por ello, manifestó que los altos cargos son «el alma de este Gobierno, espejo para los españoles», pues se mostró convencido de que se les va a «vigilar con lupa».