El fontanero acusado de cobrar casi 80.000 euros a una anciana de 76 años por la reparación del termo de su piso, valiéndose presuntamente de la vulnerabilidad de la víctima por padecer un deterioro cognitivo, se ha declarado "inocente" y ha sostenido que hizo el trabajo gratis al tratarse de un servicio cubierto por la entidad pública Aquavall, para la que trabaja. El acusado, quien casualmente cuenta en su haber con una sentencia condenatoria anterior de seis meses de prisión por delito de estafa, ha reconocido que acudió en junio de 2022 al domicilio de la septuagenaria, María Rosa G.J, sito en la calle Nicolás Salmerón, tras ser requeridos sus servicios para reparar un termo y que efectuó un cambio de contador, sin percibir a cambio cantidad alguna, "en ningún momento", porque "es un trabajo que cubre Aguas de Valladolid".
Su versión, sin embargo, choca frontalmente con la aportada por la denunciante, quien, durante el juicio que ha quedado visto para sentencia este lunes en la Audiencia de Valladolid, ha recordado que tras la primera visita del fontanero a su vivienda en el verano de 2022, sin que solucionara el problema, se sucedieron numerosas llamadas telefónicas del acusado, entre agosto de ese año y enero de 2023, en las que el acusado le reclamó distintas cantidades de dinero--500, 800, 1.000 euros...--para comprar piezas con las que reparar el termo.
María Rosa, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha recordado que unas veces era el fontanero el que acudía a su piso "y se iba pitando tras recibir el dinero" y en otras ocasiones el acusado acompañaba a la mujer hasta la entidad bancaria y esperaba en su vehículo a que la mujer hiciera la extracción, bien en vantanilla o en el cajero.
La mujer, que vivía sola y percibía una pensión de 736 euros, fue anotando todos y cada uno de los pagos de su puño y letra, hasta contabilizar un total de 79.692 euros para la reparación del termo, con lo que su cuenta bancaria quedó reducida a poco más de 108 euros, momento en el que se percató de que estaba siendo engañada y puso los hechos en conocimiento de la policía.
Con "cuatro perras en el banco"
"A raíz de lo ocurrido ya no puedo viajar, que era lo que más me gustaba, y me han quedado la pensión y cuatro perras en el banco", ha lamentado la presunta víctima.
Una sobrina de la María Rosa, que fue la que acompañó a su tía a presentar denuncia ante la policía, ha recordado que cuando conoció lo ocurrido se quedó "alucinada" y ha recriminado al acusado haber dejado a la mujer "con lo puesto", hasta el punto de no poder pagarse un abogado para representarla en la causa como acusación particular. "¡Si un termo cuesta 400 euros y le has pagado casi lo de un piso!", es la frase que la testigo recuerda que trasladó a su tía entonces.
Aunque el letrado del fontanero ha pedido un fallo absolutorio ante la ausencia de testigos la posibilidad de que las extracciones de la cuenta de la anciana hubieran sido efectuadas por su sobrina, ya que figuraba como autorizada, y el hecho de que toda la denuncia esté basada en la declaración de una mujer que presenta deterioro cognitivo, la fiscal del caso ha pedido la pena máxima, seis años de cárcel, multa de 3.600 euros y la devolución del dinero estafado al considerar probada la autoría de un delito continuado de estafa agravada por la cuantía defraudada, superior a 50.000 euros, y la situación económica en la que ha dejado a la víctima, con la concurrencia además de reincidencia.
Como principales pruebas de cargo, la acusadora pública ha citado no solo la anotaciones manuscritas realizadas por la presunta estafada sino también la coincidencia temporal entre las extracciones bancarias realizadas por ella y las llamadas telefónicas previas efectuadas por el fontanero, circunstancia que fue verificada por la Policía Nacional durante la investigación de los hechos.