Los repartidores despedidos denuncian a Amazon ante Trabajo

David Aso
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Aunque trabajaban a través de subcontrata, reclaman que la plataforma asuma responsabilidad subsidiaria y costee indemnizaciones o les subrogue, al alegar "cesión ilegal" porque dicen que toda su labor dependía de la empresa receptora de su servicio

Repartidores de la subcontrata de Amazon Passion for Deliveries, el pasado viernes, junto a la estación logística de Amazon en Valladolid..

Los repartidores que trabajaban para Amazon a través de una subcontrata de la que ha prescindido (Passión for Deliveries) presentaron este miércoles una denuncia contra el gigante logístico ante la Inspección de Trabajo. Consideran que se ha producido una "cesión ilegal de trabajadores" y la consecuente "vulneración" de sus derechos laborales, dado que la plataforma interpreta que no es responsable de costear indemnizaciones o, en su defecto, asumir su subrogación, aunque la actividad de reparto se sigue llevando a cabo con refuerzos a través de otras firmas externas. Son los mismos argumentos que esgrime la subcontrata a través de su CEO, Francisco Vázquez, y que han sido suscritos para la demanda por todos los afectados menos dos que se han desmarcado del conflicto (33 de 35).

En su denuncia, a la que ha tenido acceso El Día de Valladolid, los trabajadores tratan de acreditar su dependencia de Amazon, aunque fueran contratados por Passion for Deliveries, ya que esta empresa carece de estructura, y ese es uno de los requisitos necesarios para encajar en el supuesto de cesión ilegal de trabajadores que recoge el Estatuto de los Trabajadores para determinar responsabilidad subsidiaria de la empresa receptora del servicio con respecto a la cedente. "Hemos estado desarrollando nuestra labor bajo la estructura, organización y control directo de Amazon, a pesar de que la relación laboral se formalizaba a través de Passion for Deliveries S. L, lo que evidencia una situación de cesión ilegal de trabajadores, en clara vulneración del artículo 43 del Estatuto de los Trabajadores", alegan.

"Durante el tiempo en que hemos desempeñado nuestras funciones, las órdenes e instrucciones han provenido directamente de Amazon, sin que Passion for Deliveries S. L. tuviera una verdadera autonomía en la gestión de la actividad laboral", prosiguen.

"Además de esta grave irregularidad", los denunciantes afirman que "se ha constatado el incumplimiento sistemático del convenio colectivo aplicable", en alusión al de transporte de mercancías por carretera, ya que Amazon interpretó que, por venir de subcontrata, debían regirse por el convenio de mensajería estatal, más precario, "lo que ha supuesto la privación de los derechos y condiciones laborales que legalmente corresponden a los trabajadores". Así, insisten en que, "a pesar de que Amazon ha sido el beneficiario real del trabajo realizado, ha eludido sus responsabilidades como empleador, generando un claro perjuicio para los empleados, tanto en términos de estabilidad laboral como en el acceso a condiciones de trabajo dignas".

En la propia denuncia recuerdan que Amazon comunicó a Passion que le rescindiría su contrato "con efecto el 31 de marzo de 2025, lo que implica que todos los trabajadores verán extinguido su contrato de trabajo, sin que hasta la fecha se haya planteado ningún mecanismo de subrogación ni alternativa que garantice la continuidad de su empleo", dado que esta subcontrata, creada por un exempleado de Amazon al que se le ofreció tal oportunidad, sólo trabajaba para ningún otro cliente.

"Ante esta situación de precariedad laboral, el 10 de marzo de 2025 un total de 33 trabajadores, incluyendo el administrador de Passion for Deliveries, remitimos una carta a Amazon exponiendo la situación de cesión ilegal y solicitando su subrogación inmediata en la plantilla de la empresa, con la consiguiente regularización de sus condiciones laborales conforme al convenio colectivo vigente", continúan en su denuncia. "Sin embargo, en lugar de atender dicha solicitud o responder formalmente a la reclamación, Amazon reaccionó adoptando medidas represivas y arbitrarias contra los trabajadores afectados".

Cancelación anticipada del servicio "con un día de preaviso"

Los denunciantes relatan que, "tras la recepción de la carta, Amazon canceló todas las rutas que tenían asignadas" estos trabajadores "desde el 14 de marzo" y con sólo "un día de preaviso, impidiéndonos continuar desempeñando nuestra labor habitual". Para entonces coincide que habían iniciado movilizaciones, con concentraciones a las puertas de la estación logística de Amazon en Valladolid y aireando su situación con carteles en las furgonetas y reparto de octavillas entre los clientes a la vez que les entregaban sus paquetes; acciones a las que se sumaron, desde el mismo 14 de marzo o al día siguiente, pintadas de protesta en furgonetas de reparto.

"En los días posteriores", añaden los afectados que el gigante logístico procedió a prescindir de los empleados de Passion for Deliveries S. L. que prestaban sus servicios a través de una empresa de trabajo temporal (ETT)", ocho de los 35, "sin previo aviso ni comunicación alguna a Passion for Deliveries S.L.".

"Ante la evidente vulneración de la normativa laboral y la grave afectación de los derechos de los trabajadores, se solicita la intervención de la Inspección de Trabajo para que adopte las medidas necesarias con el fin de garantizar el cumplimiento de la legislación vigente y evitar que Amazon continúe eludiendo sus responsabilidades como empleador", concluye la denuncia.

La plataforma logística, por su parte, ya argumentaba la semana pasada, preguntada por este periódico, que no se considera responsable subsidiaria: "Amazon contrata los servicios de entrega con terceros mediante contratos de transporte, las empresas colaboradoras de reparto gestionan de manera independiente su propio negocio y son responsables de la contratación, gestión y finalización de los contratos con sus empleados". La respuesta final, en cualquier caso, queda ahora en manos de la Inspección de Trabajo, o terminará quedando en manos de un juez si efectivamente se denuncia el conflicto ante los juzgados, tal y como anticipó el CEO que preveía hacer si no se llegaba a ningún acuerdo, toda vez que la subcontrata, en la situación actual, asume que deberá solicitar un concurso de acreedores como paso previo al cierre.