El Grupo de Investigación en Ingeniería de la Privacidad de la Universidad de Valladolid trabaja en el desarrollo de herramientas que permitan a los usuarios evaluar si las apps que se descargan en los dispositivos móviles son seguras y respetan su privacidad, una iniciativa que desarrolla al amparo del convenio suscrito con el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) para la promoción de proyectos estratégicos de ciberseguridad en España.
Este proyecto se lleva a cabo dentro de la convocatoria 'Proyectos estratégicos de ciberseguridad en España. Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia- financiado por la Unión Europea – Next Generation EU'. Además de la UVa y el Incibe, está implicado el departamento de Informática de la Escuela de Ingeniería Informática de Valladolid y cuenta con la participación del director técnico en materia de privacidad de la UVa, David Sanz.
Tal y como explica la profesora de Lenguaje y Sistemas Informáticos e investigadora principal del proyecto, Mercedes Martínez González, "se pretende hacer más conscientes a los distintos perfiles de usuarios de sus decisiones a la hora de instalar una app en sus dispositivos móviles". "El enfoque es global: no solo se pretende construir un servicio disponible en la web que puedan utilizar usuarios, desarrolladores o expertos con fines variados, vamos a realizar también talleres formativos sobre privacidad y seguridad y se difundirán los informes tanto por canales de la UVa, el INCIBE o LExDatum, como en congresos científicos relevantes", comentó.
Con el uso generalizado de los dispositivos móviles entre el conjunto de la población y la ampliación de sus prestaciones han aumentado a su vez los riesgos que ponen en peligro la intimidad y datos personales de los usuarios. En concreto, cuando el usuario se descarga en el móvil una app se arriesga a compartir, sin ser su intención, datos como fotos, contactos... "No somos conscientes de lo que implica para proteger nuestra privacidad el aceptar los permisos que nos piden las apps y, en ocasiones, ni siquiera los propios desarrolladores software conocen el alcance de los permisos que solicitan", recordó el comunicado.