La pandemia de la covid y la crisis económica que trae aparejada está obligando a numerosos cierres definitivos. El último se ha producido esta misma semana tras las nuevas restricciones de la hostelería. La Garrocha, uno de los locales más emblemáticos del centro de Valladolid, bajó ayer sus persianas por última vez. Su dueño, Chisco Alonso, se despidió ayer entre amigos, conocidos y muchos clientes: "Es una etapa que cambia".
"Estos nueve meses han sido muy difíciles y no ha habido ninguna ayuda de ningún tipo", señala en declaraciones que recoge CyLTV, recordando que "se sigue pagando alquiler, luz y no entra ni un euro".