Conocer la situación de la Atención Primaria de cada comunidad autónoma es complicado, con gestiones, recursos y características muy diferentes. Los números arrojan una perspectiva que, en muchas ocasiones, no se corresponde con la realidad, ya que la extensión de una región como la nuestra, con numerosos pequeños municipios, y una población envejecida pueden verse reflejados en altas cifras de frecuentación, en un elevado gasto farmacéutico o en una mayor cantidad por habitante destinada a la atención sanitaria. El VI Informe sobre la Atención Primaria en las Comunidades Autónomas que elabora la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) recoge algunos de estos aspectos fundamentales para analizar el funcionamiento de los servicios y en los que Castilla y León destaca como la segunda autonomía que más gasto sanitario por habitante tiene, así como una de las que soporta uno de los mayores gastos farmacéuticos por paciente.
Además de los principales índices sobre los recursos, el estudio recoge la opinión de la ciudadanía, a la que consideran «importante» para valorar el funcionamiento del servicio sanitario público, según los resultados del barómetro sanitario de 2023 con resultados recientes y que puede dar un panorama de la situación de la Atención Primaria. Entre ellos se incluye el porcentaje de personas que señalan no haber podido acceder a las consultas cuándo han tenido necesidad por un verdadero problema de salud en los últimos doce meses, que en el caso de Castilla y León alcanza el 10, 25 por ciento, mientras que a nivel nacional fue del 16,07.
Respecto a la valoración que realizan los pacientes de la atención del médico y la enfermera que les recibió, en el primer caso consigue una puntuación del 7,96, mientras que en el caso de los segundos profesionales llega al 8,01. Además, la opinión sobre la atención recibida por el médico de Familia ha aumentado en los últimos tres años, subiendo de un 84,17 por ciento en el año 2019 al 86,60.
Gasto sanitario
Castilla y León destinó a Atención Primaria el 15,55 por ciento de su gasto sanitario público en 2021, una tasa superior a la media nacional (14,17 por ciento) y cuarta con un porcentaje más alto por comunidades, según se desprende del mismo informe, solo por detrás de Andalucía (17,04%); Castilla-La Mancha (15,91%) y Navarra (15,56%).
Este estudio también recoge la evolución del gasto sanitario público destinado a Atención Primaria y en ella se observa una gran variabilidad entre las comunidades autonómas, aunque no hay una tendencia clara en el conjunto del país, donde se produce una disminución del gasto en el periodo 2010-2018, aumentos en los periodos 2016-2018 y 2018-29, disminución en 2019-2020 y aumentos en 2020-2021.
La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública analiza, además, los recursos de cada comunidad, así como el número de tarjetas sanitarias individualizadas asignadas a cada facultativo. En 2022, igual que en años anteriores, la Comunidad con mayor número de tarjetas fue Baleares (1.735) y la que menos Castilla y León (931).
Por último, el informe detalla la actividad de los diferentes profesionales y la frecuencia de las consultas por tramos de edad. La mayor parte de ellas, un 39,93 por ciento, se distribuyen entre las personas entre los 35 y los 64 años, aunque es precisamente el tramo de edad a partir de los 65 años el que se lleva otro cuarto de la citas, alcanzando un 37,83 por ciento. En el caso de los menores, de cero a 14 años, suponen el 10,66 por ciento, mientras que en el tramo de edad que queda, de los 15 a los 34 años, es del 11,58 por ciento.