Un ippon a los siete segundos sobre la brasileña Lucia Da Silva Teixeira permitió a la vallisoletana Marta Arce ganar el bronce en judo en los Juegos Paralímpicos de París en la categoría de -57 kilos de discapacitados visuales, como informa Efe.
Marta Arce (Valladolid, 1977) es una de las judocas más laureadas de la historia. Hasta los 16 años, cuando se afilió a la ONCE, no supo de las ayudas para las personas con déficit visual. Fue entonces cuando tuvo acceso a las ayudas tiflotécnicas y se decidió a estudiar Fisioterapia. Entre medias el judo se cruzó en su vida y se convirtió en una pasión.
Marta Arce, un ippon de bronce - Foto: Comité Paraolímpico Español
Compitió en el estreno paralímpico de la categoría femenina, en Atenas 2004, donde se proclamó subcampeona, y cuatro años más tarde repitió resultado en Pekín 2008 y sumó un bronce más en Londres 2012.
Marta Arce, un ippon de bronce - Foto: Comité Paraolímpico EspañolLa vallisoletana, que tiene una discapacidad visual derivada de su albinismo óculo-cutáneo y solo ve un 10%, renunció a los Juegos de Río 2016 por la maternidad, pero regresó en Tokio 2020, ya con tres hijos (Kenji, Issei y Yumi, los tres con nombre japonés), para terminar en quinta posición.
Su idea era dejarlo tras los Juegos de Tokio pero pronto decidió continuar y en París su larga y exitosa carrera fue reconocida por el Comité Paralímpico Español para ser la abanderada en la ceremonia de inauguración.
En París, a sus 47 años, en la instalación del Campo de Marte, comenzó el concurso ganando 11-0 a la turca Dondu Yesilyurt. En la semifinal perdió con la uzbeca Kumushkhon Khodjaeva por 11-0 y, en el combate decisivo por el bronce, a los siete segundos hizo un ippon que la permitió subirse al podio.
"Ha sido la competición con más 'flow' que he hecho nunca. He estado mejor que en algunos Grand Prix anteriores y he competido con buenas sensaciones para superar esa barrera física de fatiga que hay que pasar para hacer este tipo de trabajo físico que es un combate", dijo la vallisoletana, que dejó abierta la puerta a seguir compitiendo en el próximo ciclo hasta Los Ángeles 2028.
"Me acabará retirando la vida, pero ahora no voy a decir nada de retirarme porque, precisamente, lo que me hace volver es pensar que esa puerta está cerrada y quizás, si la dejo abierta, la voy cerrando poco a poco, pero es que es tan bonito", comentó.
Marta es fisioterapeuta, habla inglés, italiano y japonés, y participa frecuentemente en conferencias y charlas para difundir los valores del deporte paralímpico, formando parte además del grupo de conferenciantes Trainers Paralímpicos de la Fundación ONCE y el CPE.
Cuatro medallas paralímpicas en 20 años
Según recoge Ical, la judoka vallisoletana recalcó que esta medalla en París 2024, tras ser abanderada del equipo español en la ceremonia de inauguración, tiene "mucho valor" y se la dedicó a su marido, que "es un santo y se merece también su reconocimiento".
La abanderada española en la ceremonia de inauguración disputa en París sus quintos Juegos Paralímpicos y es una de las judokas más laureadas de la historia del deporte español. En Atenas 2004 se proclamó subcampeona, cuatro años más tarde repitió resultado en Pekín 2008 y sumó un bronce en Londres 2012.
Tras un parón en su carrera deportiva para ser madre de tres hijos, regresó en Tokio 2020 con un quinto puesto. Además de competir al más alto nivel, Marta es fisioterapeuta, da conferencias y habla varios idiomas.