La ZBE buscará convivencia sin "demonizar" el automóvil

D.V.
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El concejal de Tráfico sostiene que el "gran reto" es hacer ciudades habitables, sin limitar una movilidad que impida llegar a los sitios

Imagen de una calle del centro de la ciudad. - Foto: Jonathan Tajes

El concejal de Tráfico y Movilidad del Ayuntamiento de Valladolid, Alberto Gutiérrez Alberca, aseguró hoy que la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la que trabaja el equipo de Gobierno municipal no busca generar conflictos sino modelos de convivencia. Además, apostó por hacer un esfuerzo colectivo para no "demonizar" el automóvil. 

Con motivo de la inauguración de la II Jornada de Automoción de Castilla y León, celebrada en la sede de CEOE Valladolid, señaló que el marco regulatorio que impone la legislación nacional al ser una gran ciudad obliga al Consistorio a tramitar la ordenanza de ZBE, que se ha modificado para pasar de los 3,4 kilómetros previstos por el anterior equipo a los 1,1 kilómetros propuestos ahora. Un cambio que ha recibido 71 alegaciones y que, a su juicio, permitirá mejorar la movilidad y contar con un ecosistema metropolitano que permita una movilidad de interrelación.

El concejal reconoció, según Ical, que la movilidad y el tráfico "condicionan", en la actualidad, a las ciudades, mucho más que lo suponía el planeamiento urbanístico. En este sentido, precisó que requiere una configuración de las calles para mejorar los tránsitos peatonales y hacer aparcamientos disuasorios, entre otros. "Nuestro gran reto es que nuestras ciudades sean habitables pero que no sean cada vez más envejecidas en las que la movilidad sea, cada vez, menor y que sea imposible llegar a los sitios", comentó.

Gutiérrez Alberca añadió que el equipo de Gobierno lo tuvo claro, desde el principio, al apostar por una movilidad global en Valladolid. "No puede haber unos criterios apriorísticos o concluyentes. Nos han dado muchos palos por que hay un lobby de estas nuevas ideas y condicionamientos ideológicos, desde el punto de la vista de la movilidad", aseveró. A su juicio, una ciudad tan vinculada al automóvil, en la que es su principal motor de empleo y actividad económica, sea un "enemigo declarado" de este sistema de movilidad.

Añadió que, a la hora de tomar decisiones normativas que afectan al ciudadanos pero también "al pan y las cosas de comer", abogó por que se transmitan datos reales del funcionamiento de la movilidad en la ciudad y no moverse por cuestiones "puramente ideológicas". "Nos acusan de que la mortalidad derivada de la contaminación va aumentar pero no lo ha demostrado nadie. Se cita un estudio pero nadie ha hecho un informe que vincule contaminación de ozono con la mortalidad", sentenció.

En la misma línea, se pronunció el representante de Faconauto en Castilla y León, José Luis López Valdivieso, apostó por dar "valor" al automóvil y señaló que los fabricantes ni los concesionarios están dispuestos a que les "lluevan tortazos, sin ton ni son". A su juicio, el coche debe ser considerado una "arma social" de movilidad, además de reconocer que parecen que llegan "signos favorables, entre comillas" por parte de las instituciones europeas.

Lamentó que en el tema de la automoción esté inmerso en un mundo donde la ideología impera "demasiado", lo que es un peligro cuando hay poco conocimiento de la materia. "Por favor, pido mucha menos ideología y mucha más tecnología", subrayó.

El concejal subrayó que el Ayuntamiento apuesta por el servicio de préstamo de bicicletas (Biki), con una punta de 1.500 usuarios diarios, y un transporte municipal de autobuses, con un récord de 100.000 usos diarios y una media de 80.000. El concejal de Movilidad declaró que el Ayuntamiento tiene las mismas dificultades que el ciudadano, al precisar que Auvasa tiene autobuses diésel, GLP, híbridos y también eléctricos, con sistemas de carga que dan problemas "tremendos", por la disponibilidad y los tiempos de recarga en invierno. Además, recordó que las ayudas europeas solo se pueden utilizar para la adquisición de vehículos eléctricos, que son más caros.