Tradición e innovación se dan la mano en la cocina del restaurante Doña Elvira en Nava del Rey. Situado en un edificio que data del siglo XVII en el centro de la localidad, de dar, como ellos dicen, «lo que le gusta a la gente», se encargan Julio Gay y Alberto Álvarez, que a finales de 2023 decidieron unir sus caminos como cocineros en un negocio propio.
Ambos saben de fogones. Julio estudió en el Diego de Praves y pasó por restaurantes de Madrid, Valladolid y Medina del Campo. Alberto lleva la hostelería en sus venas, trabajando en León (Vivaldi y Musac) y Medina del Campo. Los dos coincidieron en La Mejillonera de la villa de las Ferias y cuadraron trabajando: «A veces, durante los servicios, pasamos horas sin hablar y a algunos extras les extraña. Pero trabajamos muy bien juntos, que a veces cuesta cuando estás en cocina, y por eso decidimos ponernos por nuestra cuenta».
Alberto conocía el Doña Elvira, en la calle Empedrada, 2, porque había estado ya en sus fogones casi dos décadas. Así que cuando vieron que estaba disponible, no lo dudaron, manteniendo el nombre que llevaba ya años en el letrero (años atrás fue una bodega).
Rollito vietnamita en el restaurante Doña Elvira. - Foto: Jonathan TajesEl local, que cuenta con un hotel con una veintena de habitaciones, algunas abuhardilladas, reabrió en noviembre de 2023 de la mano de Julio y Alberto, y con esa idea muy clara de dar lo que la gente quiere y busca: «Empezamos con vanguardia para lo que es un pueblo, mezclando con la cocina tradicional».
Así, mientras un comensal puede estar degustando unas carrilleras, un chuletón o un plato de cuchara, al lado pueden estar probando un rollito vietnamita, un taco de panceta coreana o un sandwich americano de langosta. Julio se encarga más de lo primero. Alberto, más de lo segundo, haciendo ese binomio gastronómico.
El restaurante cuenta con un menú diario, por 14,5 euros; y uno de fin de semana, por 25, en el que aplican más esa parte vanguardista en la cocina.
El menú diario lo trabajan con lo que hay en el mercado y, aunque ya empieza el sol, aún es época de cocido y en Doña Elvira el día elegido es el martes. «Un día me dijo Julio que hacía el mejor cocido del mundo y la verdad es que, tras probarlo, hay que decir que así es», señala Alberto. Uno de sus secretos es que lo ahuma, «sin que sea invasivo», y otro es que la sopa tenga fideo: «Es potente».
El menú del finde van meditándolo día a día: «A veces nos llaman un martes para preguntarnos por él, pero hasta el viernes no suele estar montado».
La carta la cambian un par de veces al año, en función de esos platos que han podido ir triunfando y de la temporada.
Junto al rollito vietnamita, el plato que más triunfa ahora en su carta; hay que destacar la costilla a baja temperatura, las zamburiñas, las gyozas, el tartar de salmón o los carpaccios; más la merluza rellena de boletus, el rodaballo, el cachopo (individual) de cecina y queso, la tira argentina con mojo picón, el coulant de rabo de toro y el lechazo y el tostón (estos dos últimos solo por encargo). Para la gente más joven también tienen hamburguesas. Y todo rematado con postres como el volcán de tiramisú.
Con clientes de Nava, Medina y la comarca, cada vez tienen más de Madrid y el País Vasco, así como del extranjero, franceses, ingleses o alemanes, al tener el hotel. Abren para las comidas de lunes a jueves, y el resto de días comidas y cenas; y cuentan con dos comedores (para 70 y 150 personas), lo que les permite alguna celebración: bautizos, comuniones, bodas de oro y quintos.
«La cocina tienen muchos toques e influencias, indio, japonés, mexicano...», apuntan desde el centro de Nava del Rey.