LaLiga hizo oficial este jueves los límites del coste de las plantillas deportivas para los clubes de Primera ySegunda. Una cifra que en el caso del Real Valladolid se cifró en los 16,6 millones de euros. Unos números muy lejanos de los 46,7 que tenía a estas alturas la pasada campaña en Primera; o de los 29 en la anterior en Segunda. Pero ese límite tiene un poco de 'truco' y así lo explicó el club: «Bajo la supervisión de LaLiga y en cumplimiento de la normativa de elaboración de presupuestos de clubes y Sociedades Anónimas Deportivas, el Real Valladolid ha realizado un esfuerzo adicional que le ha permitido confeccionar una plantilla deportiva con un coste que supera en más de un 40% el límite otorgado, una estrategia utilizada para formar la mejor plantilla posible en su búsqueda por el ascenso en la actual temporada».
Es decir, el Real Valladolid no tiene esos 16,6 millones de euros de límite de coste de plantilla. Tiene un 40% más, es decir 23,2. Ese dinero es el que ha podido destinar, como máximo, en el gasto en jugadores, primer entrenador, segundo entrenador y preparador físico del primer equipo; así como en filiales, cantera y otras secciones. En esa cifra se incluyen los salarios fijos y variables, la seguridad social, las primas colectivas, los gastos de adquisición (incluidas comisiones para agentes) y las amortizaciones (importe de compra de los jugadores imputado anualmente en función del número de años de contrato del jugador).
¿Por qué ha conseguido aumentar ese 40%? «El límite del coste de la plantilla deportiva puede verse incrementado en las condiciones y con el procedimiento que se establecen en el Título III de las normas de elaboración de presupuestos de clubes y SADs», recoge LaLiga como explicación.
Y en esas normas se habla de que se podrá aumentar en varios supuestos: el aumento de los ingresos o beneficios derivados de determinadas operaciones; la renovación contractual de jugadores o extinción de los contratos de trabajo con los miembros del cuerpo técnico; el supuesto de lesión de larga de duración de un jugador; el devengo del derecho a percibir las ayudas al descenso; determinadas condiciones de beneficios y recursos generados; sanción superior a 18 meses a un jugador o si hay aportaciones de accionistas y partes vinculadas o por terceros al club. Da la sensación de que el primero de los casos es el del Real Valladolid.
El club blanquivioleta cree que su cifra final cobra mayor valor «si se tiene en cuenta el contexto de la presente campaña, en la que se han reducido los ingresos netos audiovisuales y la ayuda al descenso con respecto a los datos de la temporada 2021/22».