No ha habido giros, ni golpes de suerte, ni arrestos fortuitos que condujesen hasta los acusados del crimen de la Circular... El trabajo de los investigadores de la Policía ha sido «minucioso» y «paciente» en pos del esclarecimiento de un robo que acabó en un homicidio por la brutalidad de los autores y por el empeño de la víctima en proteger los 200.000 euros que guardaba en su caja fuerte.
«Desde el primer momento se ha trabajado en la línea del robo, sin giros en la investigación, pero había que ir uniendo piezas para que el puzle encajara. Y para eso se necesita tiempo», tal como explican fuentes cercanas al caso a El Día de Valladolid. Aunque se mantengan en absoluto silencio, de eso se han encargado los agentes del Grupo de Homicidios de la UDEV, que no han cejado en su empeño hasta aclarar un crimen «muy complejo» en el que dicen que pesó mucho la «codicia» de los seis detenidos y de algunos más que están por caer, porque «la investigación todavía no está cerrada». Igual se dijo tras las cinco primeras detenciones y el día 20 llegó la sexta.
«Habrá más», aseguran estas fuentes, que destacan cómo «estas investigaciones no se abandonan nunca, pero requieren tiempo». En este caso fueron cerca de catorce meses de trabajo, pero ha dado sus frutos y se ha esclarecido un caso que la opinión pública daba ya por enquistado.
Además, se ha resuelto cargado de pruebas. No solo todas las que se habían ido obteniendo durante esos catorce meses de pesquisas (videograbaciones de seguridad, triangulaciones de los teléfonos móviles, escuchas...), sino también las que se hallaron en los registros.