El sector bancario vive en los últimos años un proceso de reconversión que está teniendo un fuerte impacto en los trabajadores. La progresiva digitalización de sus servicios, las fusiones de entidades y la crisis económica están haciendo que proliferen los expedientes de regulación de empleo (ERE) que afectan a toda España. También a Valladolid. Fuentes sindicales aseguran que las entidades financieras prescindirán de casi 200 trabajadores en la provincia. Algunas salidas ya están definidas. Por ejemplo, las 97 del Banco Santander, que forman parte de las 3.572 en España pactadas con los sindicatos a finales del año pasado. En realidad no serán todo despidos, porque dentro de ese grupo también hay prejubilados y recolocados en otras empresas del Grupo. Además, este proceso supondrá el cierre de 15 oficinas en Valladolid, según UGT.
También están definidos los despidos de CaixaBank, según la entidad, por el descenso de ingresos. El ERE afecta a 8.291 empleados, el 18 por ciento de su plantilla en España, con un impacto de 24 personas en Valladolid. Además, La Caixa ha cerrado su oficina central de la calle Regalado.
Otra entidad afectada por estos procesos es BBVA, que pretende despedir a 3.798 personas en España y cerrar 530 oficinas, si bien las negociaciones todavía están abiertas con los sindicatos, que pretenden rebajas sustancialmente esa cifra. Las salidas planteadas por BBVA en Valladolid son 42, después del cierre de tres oficinas en la provincia, una en la Acera de Recoletos, otra en Manuel Azaña y otra en Laguna de Duero.
Si se confirmara la cifra de BBVA, sumada a las de CaixaBank y Unicaja, Valladolid ya tendría asegurados 163 despidos, aunque todavía hay dos entidades que han planteado reducciones de plantilla, sin que se concrete la cifra provincial. Se trata de Banco Sabadell, que ha puesto sobre la mesa un recorte de plantilla de 2.000 personas a lo largo de 2021, que se suman a las 1.800 que ya está ejecutando. Fuentes sindicales señalan que la presencia de esta entidad en Valladolid «no es muy importante», pero algunos despidos se podrían producir. Lo mismo sucede con la fusión de Unicaja y Liberbank, que podría provocar otros 1.900 despidos en España.
Las mismas fuentes aseguran que, entre las salidas ya confirmadas y las que podrían generar los procesos pendientes, la cifra total de despidos podría acercarse a 200 en la provincia.
Otras oficinas que han cerrado en Valladolid son 15 de Banco Santander, en calles como Pío del Río Hortega, avenida de Gijón y Madre de Dios, y pueblos como Sardón de Duero, San Pedro de Latarce y Torrelobatón. Además, Unicaja también ha cerrado su sede de Fuente Dorada. Bien es cierto que de forma paralela se están produciendo algunas aperturas. Por ejemplo, CaixaBank ha anunciado esta semana la apertura de su segunda oficina «modelo Store», donde se eliminan las barreras físicas entre empleados y clientes, en el número 39 del paseo de Zorrilla.
El responsable del sector financiero de UGT, Jesús Vara, asegura que estos procesos están siendo «dramáticos», aunque en la mayor parte de los casos exista un acuerdo previo con la parte social. «Estamos hablando de un recorte de más de cien mil empleados en los últimos años, unos 20.000 en 2021, y el cierre de la mitad de las oficinas... es una revolución del sector financiero», añade. Vara considera que «se está aprovechando para adelgazar plantillas con el pretexto de la digitalización y la situación económica», algo que, según él, no se sostiene «con los beneficios actuales del sector financiero». Es contradictorio, según él, que las oficinas estén «abarrotadas» de trabajadores algunas tardes «mientras se dice que sobra gente». Además, «haciendo horas sin remunerar, sin cotizar a la Seguridad Social y a la Hacienda pública», denuncia el sindicalista, que se pregunta qué está haciendo la Inspección de Trabajo y la Administración.
El responsable de UGT también se muestra crítico con los «bonus hipermillonarios» de directivos de entidades que están en un proceso de saneamiento de las plantillas. «Por ejemplo, en el Banco Santander el número de personas que ganaban más de un millón de euros era escalofriante, entre 550 y 600 en toda España», asegura.
Las entidades cierran más de la mitad de las oficinas en diez años
Basta dar una vuelta por el centro de Valladolid para comprobar la cantidad de locales de entidades financieras que se han convertido en otro negocio. Eso, en el mejor de los casos, porque muchas de ellas siguen vacías a la espera de concretar una venta o un alquiler. La digitalización de procesos ha hecho que cada vez menos personas acudan a estas instalaciones a hacer operaciones, y eso ha provocado un goteo de cierres que se refleja en los informes que regularmente publica el Banco de España. Según esta entidad, al cierre del año pasado había 286 oficinas abiertas en la provincia, aparte de su sede de la plaza de España. Un red que nada tiene que ver con las 585 que había hace diez años. Es decir, en una década se han perdido más del 55 por ciento de estas oficinas.
Los sindicatos denuncian que actualmente hay zonas de la ciudad donde los vecinos tienen muy complicado acceder a un cajero automático.
Mucho más complicada es la situación de núcleos rurales que se están quedando sin servicios financieros. Un problema que se verá agravado con los procesos en marcha, que contemplan cierres en pueblos como Cogeces del Monte, San Pedro Latarce y Villafrechós. Para paliar esta situación, la Diputación ha impulsado la instalación a partir del verano de dispositivos multiservicios financieros de proximidad en Alcazarén, San Miguel del Arroyo, Matapozuelos, La Pedraja de Portillo y Valdestillas.