La llegada de plantas de biogás genera malestar en los pueblos

D.V.
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Cada vez más pueblos se ven involucrados por los proyectos de nuevas plantas de bioenergía y los habitantes sostienen que ocasionarían malos olores y se oponen

230125JT_0165.JPG - Foto: Jonathan Tajes

Un problema que se ha generado durante los últimos meses en la provincia y que está adquiriendo un matiz preocupante para muchos vecinos de algunos pueblos. La posible instalación de plantas de biometano y biogás en varios puntos del mapa provincial ha levantado en armas a algunos vecinos, que consideran que estas plantas generarán problemas de suciedad y malos olores. 

Pueblos como Santibáñez de Valcorba, Traspinedo, Matilla de los Caños, Hornillos de Eresma, Montemayor de Pililla o Pedrosa del Rey son solo algunos ejemplos de municipios que están atravesando por problemas serios ante el rechazo de los vecinos y de los propios ayuntamientos a este tipo de proyectos. El último caso que ha salido a la palestra se ha registrado en Pedrosa del Rey.

El planteamiento de los vecinos es claro. Los olores y el tránsito de camiones cargados de purines son el principal problema de estos proyectos empresariales. Además, los vecinos consideran que se trata de negocios privados que no dejan ningún beneficio a los municipios y sí tendrán que soportar los inconvenientes. Maricuz hace las labores de portavoz y relata que existen algunos peligros en Pedrosa. «La denominación de origen Toro no está tan lejos de donde se pretende ubicar la planta y en el caso de Ribera se ha mostrado completamente en contra». 

No obstante, no todos los casos son iguales, ya que en algunos municipios tanto el Ayuntamiento como los vecinos van de la mano, mientras que en otros mantienen posturas contrapuestas. En el caso de La Cistérniga se muestra conforme con el proyecto para instalar un planta que alcanzará una superficie de aproximadamente 15.000 metros cuadrados y producirá biogás. Tendrá capacidad para producir 20 GWh anuales de biometano a la red de gas natural, con la gestión de 60.000 toneladas al año de residuos. Tiene una inversión prevista de 6 millones y la creación de hasta 20 nuevos puestos de trabajo.

En Montemayor de Pililla, sin embargo, no coinciden las posturas de los vecinos y el Ayuntamiento, ya que los primeros se muestran en contra, mientras que el Consistorio se posiciona a favor. Aunque el Ayuntamiento ha defendido la instalación de la planta por la creación de puestos de trabajo, los vecinos siguen movilizándose para frenar el proyecto. La plataforma ha organizado reuniones informativas y ha puesto en marcha una recogida de firmas, tanto online como de manera tradicional, que ya supera las 4.000.

El caso de Hornillos de Eresma es incluso más especial. El municipio se ha volcado durante las últimas décadas para convertirse en una atracción de turismo de naturaleza. El río que pasa por su término municipal favorece la llegada de turistas amantes de las rutas de senderismo. Redexis Gas Servicios  solicitó un informe de compatibilidad urbanística para un proyecto de construcción y operación de una planta de biometanización de subproductos de origen agroalimentario, agrícola y ganadero. Desde el Consistorio mostraron su disconformidad con la construcción de esta planta y, al menos por el momento, no han tenido más noticias, pero ahora tienen encima de la mesa el proyecto de Desimpacto de Purines Eresma S.A.U (perteneciente al grupo Capwatt) para la construcción de otra planta. Se da la circunstancia de que esta empresa ya dispone de una fábrica de cogeneración de purines en el pueblo y pretende levantar otra en una parcela colindante de su propiedad.

La alcaldesa, Coral López, se mostró desde el primer momento en contra del proyecto y ahora se encuentra en una situación un tanto «liosa», ya que el Ayuntamiento debe hacer un nuevo informe negativo sobre la instalación de la nueva planta. «Llevamos muchos años luchando por tener un municipio volcado al turismo de naturaleza y ahora pensamos que este nuevo proyecto nos puede perjudicar». Además, en el municipio ya están ubicadas diez granjas de cría de porcino, lo que también ha motivado el rechazo de los vecinos. 

Municipios como Melgar de Abajo, Cabezón de Pisuerga, Pozal de Gallinas y Fompedraza también tenían proyectadas en su términos municipales nuevas plantas de este tipo. La valenciana Genia Bioenergy y la constructora zamorana San Gregorio formaron una UTE para poner en marcha una planta de biometanización en Cabezón. Pero en muchos casos, el rechazo de los consistorios ocasiona que finalmente los proyectos no salgan adelante. Su alcalde, Sergio García, explica que el pleno no concedió la autorización para el uso excepción de suelo rústico, donde pretendía asentarse la planta. Una vez que Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl) adjudicó el proyecto, finalmente el Consistorio no concedió la autorización y la iniciativa quedó totalmente descartada. «El motivo fue un poco el rechazo vecinal», aclara. 

el no de los vecinos. Otro de los proyectos que finalmente han rechazado los vecinos ha sido el proyectado en Matilla de los Caños. Fue hace unos meses cuando la empresa Biogás Matilla S.L. se comprometió a no construir la planta. Los vecinos habían alegado que la planta traería consigo «malos olores, contaminación acústica, deterioro de las carreteras, proliferación de insectos, alteración de la fauna o impacto visual y por estos motivos se opusieron desde el primer momento a esta iniciativa empresarial.