Roberto: "No soy ningún monstruo"

Ical
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Los acusados del crimen de Sara se acogen a su derecho de última palabra para insistir en su inocencia. La madre, sumida en el llanto, pidió "justicia para Sarita"

Caso Sara: La hora del jurado - Foto: R. GARCÁA

Roberto H.H, el acusado del ser autor material de la violación y el asesinato de la pequeña Sara en agosto de 2017, y Davinia M.G., la madre de la niña, acusada de los mismos delitos por omisión, se acogieron en la tarde noche de hoy viernes a su derecho de última palabra para insistir en su inocencia.

Mientras Roberto H.H. aseguró que no es ningún “monstruo”, que sólo es una persona normal educada sin maltratos y que tiene la conciencia tranquila, ya que no hizo nada a Sara, Davinia, sumida en el llanto, se declaró inocente y repitió que ella es una víctima convertida en culpable. A su vez, reclamó que se “haga justicia por Sarita” y con la voz entrecortada y en medio de los sollozos, acertó a decir que su vida está destrozada.

La última sesión de la vista oral que se ha seguido en la Audiencia Provincial finalizó pasadas las 21 horas tras una maratoniana jornada que se inició a las 9.30 horas con el alegado final del fiscal y de las acusaciones, mientras que la tarde se dedicó a los informes de los abogados de la defensa.

El letrado de Davinia argumentó que la madre sólo dejó de confiar en Roberto en el que momento que se abrió el secreto del sumario y conoció todos los términos de la investigación, a la vez que reconoció el miedo que tenía su cliente a perder la custodia de su hija tras la investigación abierta por los servicios sociales de la Junta, a los que criticó por haber “fallado” en este caso,

El abogado, que denunció el juicio paralelo que ha sufrido Davinia en los medios de comunicación, también negó la frialdad de su clienta y apuntó que desde que conoció toda la verdad está sometida a un tratamiento farmacológico para paliar la depresión y los ataques de ansiedad. En su intervención presentó a Davinia como una madre que todo momento luchó por sus hijas, que “creía en la hadas” y que nunca perdió la “ilusión” por encontrar una pareja estable.

También se refirió a su bajo coeficiente intelectual y al informe en el cual los psicólogos la retratan como una persona muy dependiente de sus parejas sentimentales.

Mientras tanto, el abogado de Roberto H.H., argumentó que se trata de un crimen que no tiene explicación y descartó que su cliente actuara por odio a los rumanos o por una obsesión sexual por Sara. A su vez, afirmó que no existe ninguna prueba directa ni concluyente y que no se puede hablar de un delito continuado de malos tratos cuando no hay una opinión unánime de los médicos, dado que los que reconocieron a Sara el 16 de julio en Íscar y Valladolid descartaron esa posibilidad.

Además, también puso en duda que el padre de Sara se marchara a Rumania el 8 de julio y destacó la declaración de la exnovia de Roberto, que aseguró que ni ella ni su hija sufrieron ningún maltrato en la relación que mantuvieron durante tres años y medio. A su vez, puso en tela de juicio los resultados de la autopsia que apuntan a la violación, sosteniendo que las heridas que sufre la niña en los genitales pudieron ser causadas por un fuerte golpe, y resaltó que en las uñas de Roberto no se encontraron restos de Sara.

El próximo miércoles está previsto que el magistrado convoque al jurado para hacerle entrega del objeto del veredicto, el cuestionario que tendrán que contestar, para de esta forma comenzar la deliberación.