La Casa Museo Delibes será una realidad cuando la Fundación que gestiona el legado del escritor no tenga que asumir «costes no financiables». La cesión, que anunció en septiembre la Consejería de Cultura de parte del palacio del Licenciado Butrón, todavía no se ha formalizado. La Fundación Delibes no ha firmado la primera propuesta de convenio, que envió el 20 de enero la Consejería de Hacienda, porque, entre otras razones, dicen que no se estipula cómo se financiará este proyecto museístico.
La idea inicial, cuando se «desbloqueó» el problema de la sede, era inaugurarla el 17 de octubre, aniversario del fallecimiento del escritor, coincidiendo con la gran exposición en las Cortes regionales para conmemorar los 25 años de la publicación de 'El hereje'. De hecho, todo parecía ir rodado cuando en septiembre, el vicepresidente de la Junta, Juan García Gallardo, aseguraba que el palacio se cedía gratuitamente y «sin necesidad de realizar una inversión millonaria». Pero en estos meses las administraciones y la Fundación no han concretado si la gestión del museo será pública o privada, con qué dotación económica y quién asume la gestión. «La familia quiere ceder el legado, valorado en cinco millones de euros, y quiere que se muestre, pero no quiere cesiones con más coste», reconoce Fernando Zamácola, gerente de la Fundación.
Y eso está retrasando la cesión formal, las obras de rehabilitación necesarias para adecuar el espacio y la contratación del proyecto expositivo. «La Casa Delibes tendría actividades distintas a las que ahora tenemos en la Fundación, que financiamos con presupuesto propio. Pero con el museo vendrían costes fijos que no podemos asumir», recalca Zamácola. También subraya que no dudan de la «voluntad» de constituir la Casa Delibes, pero lamenta que siempre haya faltado por definir «ese modelo de financiación sostenible».
La elección del edificio se tomó por unanimidad en el patronato de la Fundación, que aceptó la cesión gratuita y de forma temporal por parte de la Junta de parte de un espacio que continuará siendo archivo regional. El consejero de Cultura explicó que el edificio está perfectamente acondicionado para su uso público y solo serían necesarias algunas intervenciones para adaptar los espacios como zona expositiva.
Desde la Fundación apuntan que ellos podrían afrontar con su presupuesto las obras de accesibilidad requeridas porque son mínimas, pero no el proyecto museístico y el mantenimiento del funcionamiento del museo. Una incógnita que consideran que debe resolverse y plasmarse en el convenio de cesión. También hay otros flecos, como que se propone una cesión por 20 años, ampliable en otros 20, pero con el matiz de que las administraciones públicas solo pueden firmar convenios económicos por cuatro años.
Unas dudas que deben aclararse en la reunión del patronato de la Fundación, que se deberá reunir en el primer semestre de este año. «Esta es la buena, pero hace falta mucha labor de cocina para que el museo salga adelante», reitera Zamácola. Una situación que además afecta a la familia. «Están un poco inquietos por no adquirir obligaciones que no se puedan asumir. Llevan 13 años con el piso sin desmontar, esperando donde exponer el legado. Son muy generosos», concluye.
Tanto consenso como disenso
El proyecto de la Casa Delibes lleva años cocinándose, pero por diversos problemas no acaba de arrancar. La intención de ponerla en marcha durante la conmemoración del centenario de su nacimiento chocó con el problema de la sede, y ahora que hay sede choca con el de la financiación.
De hecho, esta misma semana fue motivo de reproche entre el actual vicepresidente de la Junta, Juan García Gallardo, y el exvicepresidente, Francisco Igea. «Una estafa de gobierno y una tomadura de pelo a la familia Delibes, con un edificio que se sabía que no se iba a materializar como sede de la Fundación del legado del escritor». Aunque la opción del Palacio Butrón tampoco es del agrado del alcalde de Valladolid. «Ni se aproxima por idoneidad a la que planteábamos, pero doctores tiene la iglesia, y si la familia lo acepta, ¿quién es el Ayuntamiento para decir que no?».
el proyecto. En la planta baja del edificio se ubicará un recreación de lo que fue la biblioteca, el salón y el escritorio de Miguel Delibes, junto a un espacio dedicado a una exposición permanente centrada en la trayectoria vital, literaria y periodística, y otro destinado a la organización de talleres y visitas de escolares, actividad para la que también se podría utilizar el propio patio. A ello se unirá la primera planta, donde se ubicarán las oficinas de la Fundación, la biblioteca del escritor y un sala para el patronato y que también estará a disposición de investigadores. En este espacio también se pretende ubicar una sala dedicada a la conservación de los documentos más sensibles.