Amazon precipita la ruptura con la subcontrata abocada al cese

David Aso
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La plataforma le notifica la rescisión unilateral del contrato tras airearse el conflicto e impide el acceso a sus instalaciones de los repartidores afectados, que el jueves empezaron a entregar escritos a los clientes para dar a conocer su situación

Repartidores de la subcontrata de Amazon Passion for Deliveries, este viernes, junto a la estación logística de Amazon.

Amazon ha precipitado su ruptura con Passion for Deliveries, la subcontrata de Valladolid abocada al cierre y el despido de todos sus empleados (35 en plantilla, incluido el CEO). La plataforma logística le comunicó que prescindiría de sus servicios tras la jornada del 31 de marzo, pero los repartidores afectados ya no han podido acceder este viernes a la nave para recoger paquetes y cubrir sus rutas habituales.

Francisco Vázquez, CEO de Passion, afirma a El Día de Valladolid que la notificación del cese inmediato de la prestación de estos servicios la recibió por vía telemática de forma inesperada al término de la jornada del jueves, aunque matiza que no lo vio hasta la mañana de este viernes. "Está claro que no les ha gustado que el conflicto se diera a conocer", opina, después de que los afectados empezaran el jueves a repartir escritos entre los clientes, a la vez que les entregaban sus paquetes, y pusieran carteles en las furgonetas para dar a conocer su situación laboral. "Amazon se beneficia de nuestro trabajo y ahora nos abandona", señalan en el escrito, entre otras acusaciones. Y ya desde principios de esta semana venían realizando movilizaciones en el entorno de la nave, con pitadas desde las furgonetas y concentraciones.

Passion for Deliveries considera que Amazon debería asumir responsabilidad subsidiaria sobre estos trabajadores y costear sus indemnizaciones por despido o subrogarles en otras subcontratas con las que también trabaja, ya que la actividad no cesa y las rutas que cubre Passion se siguen teniendo que cubrir. Y esta empresa sólo trabajaba para Amazon, ya que se creó a propuesta de la propia plataforma, según sostiene su CEO, que por este y otros motivos considera que la relación entre Amazon y Passion era de cesión de trabajadores, recogida en el Estatuto de los Trabajadores, que estima en esos casos la citada responsabilidad subsidiaria, a diferencia de lo que sucede en el caso de contratas entre dos empresas independientes que conciertan un servicio.

Amazon, sin embargo, niega que haya recurrido a un modelo de contratación ilegal: "Contrata los servicios de entrega con terceros mediante contratos de transporte, y las empresas colaboradoras de reparto gestionan de manera independiente su propio negocio y son responsables de la contratación, gestión y finalización de los contratos con sus empleados", según respondía el jueves a preguntas de El Día de Valladolid.

Denuncia ante la Inspección de Trabajo

En vistas de la rescisión unilateral del contrato, con efecto inmediato desde este viernes y sin más preaviso que la notificación en la víspera, los repartidores afectados, tras acudir a la nave de Amazon, toparse con el personal de seguridad y comprobar que no se les permitía trabajar desde esta misma jornada, han decidido recurrir a la Inspección de Trabajo para interponer una denuncia.

"Esperaba que Amazon accediera a negociar, pero después de esto, yo creo que se rompe cualquier tipo de esperanza", resumía el CEO.

Los afectados cuentan con seguir movilizándose en los próximos días y Passion prevé denunciar también ante los juzgados para reclamar la responsabilidad subsidiaria a Amazon pero, entretanto, la subcontrata ya no es tal en la práctica, sino una empresa sin estructura ni fondos para costear indemnizaciones (pueden superar los 6.000 euros por trabajador en el caso de los más veteranos) y abocada a concurso de acreedores como paso previo al cierre.

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