Usuarios del bus de Tudela denuncian deficiencias del servicio

D. V.
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Aseguran que Linecar vuelve a incumplir horarios y suspender servicios sin previo aviso

Estación de autobuses de Valladolid.

Usuarios de los autobuses que cubren la línea Tudela-Valladolid (VACL-151) advierten del regreso de deficiencias ya denunciadas la pasada primavera, como retrasos o suspensiones de alguna frecuencia sin previo aviso. "Parecían haberse empezado a subsanar algunas deficiencias"; según denuncian, después de que meses atrás se reunieran varios vecinos, apoyados por el alcalde de Tudela, Óscar Rodríguez, con representantes de la empresa que la gestiona, Linecar, pero afirman que han vuelto. 

"Se pusieron nuevos autobuses, se cumplían los horarios, pero no ha tardado en llegar de nuevo la vieja rutina, lo que ha hecho abrir de nuevo los ojos a todos los vecinos de Tudela ante el espejismo que pretendía presentar Linecar", sostienen los usuarios a través de un comunicado. Sostienen en ese sentido que "no sólo han vuelto a incumplirse horarios o directamente la cancelación del servicio sin ningún tipo de explicación o aviso sino que, incluso con vehículos supuestamente nuevos, continúa habiendo averías constantes, causando en los viajes un peligro para la seguridad de los viajeros". Así, afirman que "hace no mucho un pasajero tuvo que ir sujetando la puerta trasera" de un autobús "para poder circular". "Incluso el autobús del aeropuerto, el cual no iba a volver a hacer este servicio, vuelve a circular por las calles de Tudela en ciertos horarios", añaden.

A estas cuestiones suman ahora quejas por lo que consideran "nuevas normas de la empresa, no anunciadas en ningún lugar". Entre otras indicaciones, señalan que ahora "se pretende que solo se puedan subir bultos al maletero en la parada de la ermita o no bajar ningún bulto durante el recorrido, salvo ya en la propia estación de autobuses". Asimismo, "en algunos trayectos y horas (sobre todo en la línea que llega a Campaspero), se prohíbe ocupar los primeros asientos del vehículo e incluso se dan el lujo de prohibir bajo amenaza el uso del teléfono móvil mientras se conduce", continúan en su comunicado.

En opinión de los usuarios, "la contratación de nuevos servicios por parte de Linecar junto con la falta de personal, también hastiado por las condiciones laborales en su gran mayoría y sobresaturado por la cantidad de rutas que les exigen", es lo que está impidiendo a esta empresa "dar un servicio decente, con la fluidez y puntualidad que se le exigen por contrato".

"Los vecinos de Tudela siguen siendo las víctimas de una mala gestión de este transporte interurbano que gestiona la Junta, que aísla cada vez más a un pueblo a tan sólo 15 kilómetros de la capital, con personas que no llegan a sus citas médicas, trabajos, clases… Y que se ven obligados a recurrir a otros medios (los que pueden…) o a vivir en un estrés constante porque nunca se sabe qué pasará hoy con el bus", concluyen.