Liderar una banda debe ser lo más parecido a cumplir el sueño americano para un vallisoletano de 35 años con casi tantos antecedentes como primaveras, para un ladrón ‘raso’ con sueños de ambición y dinero. Y se puede decir que Rafael E.D. (alias ‘Rafita’) lo había cumplido. Porque este joven del barrio Girón llevaba casi un año al frente de su propio «grupo criminal» después de haberse ‘criado’ en la primera versión de la banda del BMW, esa que encabezó entre 2015 y 2017 José Luis R.D. (‘Pipi’), y que acabó siendo desarticulada por Guardia Civil y Policía tras amasar un botín de 20 millones de euros durante 120 delitos, entre los que figuraban alunizajes en Río Shopping, robos de película en varios Media Markt y sustracciones de camiones con un millón de euros en mercancía; cayeron justo cuando preparaban un asalto al Casino.
El final de la última versión de la banda del BMW, la encabezada por ‘Rafita’, también ha llegado tras meses de investigación conjunta de un equipo de agentes de ambos cuerpos que ha logrado imputar por ahora 22 delitos a los cinco presuntos ladrones arrestados el pasado 16 de septiembre durante la Operación Olmopa y que en el caso de ‘Rafita’ y Bryan R.B. les ha llevado a prisión provisional.
La cifra irá creciendo a medida que se demuestre su implicación en más hechos delictivos, porque los investigadores no tienen dudas de su participación en «muchos más» robos, aunque «lo difícil es probar los hechos», según reconocía Luis Gibert, comisario provincial de la Policía, en la presentación de los resultados de esta investigación. Sí se ha podido demostrar su autoría en el robo a un estanco de Villamuriel, donde obtuvieron un botín de unos 50.000 euros en mercancía; a una perfumería de Valladolid, donde lograron unos 10.000 euros; y a un taller mecánico de Zaratán, «del que se llevaron prácticamente todo», explicaba el teniente coronel Javier Peña, jefe de Operaciones de la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid.
EL ALUNIZAJE EN POPEYES
Otro de los asaltos demostrado es el fallido que hubo el pasado 12 de septiembre en el restaurante que la cadena Popeyes tiene en el parking de Carrefour Parquesol. Y fue esa noche cuando empezó a caer esta banda del BMW.
El alunizaje fue tan delicado –marcha atrás para que no salten los ‘airbag’– que apenas causaron unos rozones en el BMW sustraído, por lo que decidieron aparcarlo en Simancas para volver a usarlo unas noches más tarde. Fue el día 15 cuando se desplazaron de nuevo a por él a bordo de un coche ‘legal’ que iba conducido por el único miembro de la banda sin fichar. Aparcaron y se pusieron manos a la obra para otra noche de robos, con Zamora y Palencia como destino. No lo sabían, pero el operativo ya estaba en marcha y había varias patrullas de la Guardia Civil y la Policía tras ellos.
Los mismos que les esperaban a su regreso para arrestarles al fin. Pero ‘Rafita’ y los suyos no lo iban a poner fácil. Se iniciaba una fuga por la A-62 que acabaría en un camino junto a la avenida de Gijón, donde abandonaron el BMW sustraído y continuaron a pie, campo a través. La huida se prolongó durante doce horas hasta que el operativo dio sus frutos y llegaron los arrestos.
GPS PARA LOCALIZAR LOS COCHES
Y unos registros (en tres pisos, en una nave de Olmos de Esgueva y en un local de la calle Salud) que demostraron la gran cantidad de mercancía robada que acumulaba la banda y la modernización de sus métodos, como la utilización de balizas GPS de localización que los investigadores creen que usaban para marcar «coches que veían por la calle aptos para un futuro robo y así tenerlos controlados».