La moda de los 90, de las supermodelos al grunge

EFE
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Disney+ ofrece al completo 'In Vogue: Los años 90', que invita al espectador a revivir una era que transformó para siempre una industria a través de Anna Wintour o Edward Enninful

La alemana Claudia Schiffer fue la protagonista de miles de portadas. - Foto: Disney+

La revista Vogue ha vuelto la vista a atrás con la docuserie In Vogue: Los años 90, una década prodigiosa de la moda, donde descubre cómo se gestó la era de las supermodelos, el olfato de Anna Wintour, su editora, para descubrir nuevos talentos y la olvidable, para algunos, estética grunge.

Disney+ ofrece ya al completo esta producción de seis capítulos de una hora. La serie sobre la biblia de la moda comienza con la llegada de Wintour a Nueva York como editora de Vogue y su deseo de dar un vuelco a la publicación para abrirla a los protagonistas del momento, artistas rompedores, como Madonna, que a priori no hubiera tenido un hueco en sus páginas.

Es la propia Wintour quien desvela alguno de los secretos de las producciones de la revista junto a Edward Enninful, editor de algunas de las cabeceras europeas, Hamish Bowles y Tonne Goodman.

Un recorrido en el que es evidente su tremendo olfato para descubrir nuevos talentos. Del ahora renacido John Galliano le fascinó su teatralidad; nunca ha dejado de apoyarle, incluso en sus peores momentos, y prueba de ello fue en la última gala del MET, en la que el creador volvió a resurgir como el ave fénix. Otro rebelde de los 90 en la moda, Alexander McQueen, también está en su lista de favoritos.

De una manera ágil y dinámica, se intercalan comentarios de los protagonistas con imágenes de los desfiles de aquella etapa, portadas de revistas, fotografías, vídeos de fiestas y producciones de moda, una etapa en la que la moda estaba en las manos de los más jóvenes.

Amber Valletta, el cineasta Baz Luhrmann, Claudia Schiffer, Gwyneth Paltrow, la política Hillary Clinton, Jean Paul Gaultier, John Galliano, Linda Evangelista, Tom Ford, Marc Jacobs, Michael Kors, Miuccia Prada, Nicole Kidman, Sarah Jessica Parker, Stella McCartney o Victoria Beckham son algunos de los nombres que participan contando experiencias y recordando cómo vivieron ese momento en sus carreras.

Sorprende ver la emoción en la cara de protagonistas como Kate Moss, Naomi Campbell o la modelo y actriz Elizabeth Hurley al recordar una época en el que con el impulso de su juventud querían de cambiar la moda y el mundo a través de ella, y la ajustada economía de la que disponían.

En los 90 la moda se convirtió en objeto de culto, las hasta entonces desconocidas modelos comenzaron a tener nombre y apellidos, a recorrer todo el mundo como si fueran estrellas del rock y a acaparar portadas, y no solo de las revistas de moda.

Un momento de exaltación en el que Naomi Campbell, Claudia Schiffer, Linda Evangelista, Christy Turlington, Cindy Crawford, Helena Christensen o Amber Valetta copaban todos los desfiles en París, Milán o Nueva York. La fotografía de cuatro de ellas tomada por Peter Lindbergh para la portada de enero de 1990, en blanco y negro, marcó un antes y un después.

Una madura Kate Moss (1,70 de estatura) reconoce divertida lo pequeña que se sentía rodeada esa modelos que se acercaban al 1,80, y que la acogieron como hermanas.

Mientras que Elizabeth Hurley, creíble o no, cuenta que no fue consciente del impacto que podía causar su escotado Versace en el estreno de la película Cuatro bodas y un funeral, de la mano de su entonces pareja Hugh Grant, hasta que al día siguiente pudo comprobar que su foto estaba en todos los periódicos. «No tenía un espejo de cuerpo entero en casa y no me vi al completo antes de acudir a la proyección», argumenta.

Un acontecimiento que supuso un punto de inflexión en la moda y una alianza para siempre entre la moda y el cine, ya que las alfombras rojas se han convertido en una pasarela incuestionable.

De carne y hueso

Esta docuserie descubre que los protagonistas son de carne y hueso y por mucha que sea su fama ahora, en sus comienzos sentían autentica fascinación por ser elegidos como portada de la revista, tanto es así que algunas sesiones se fueron al traste por la falta de naturalidad.

La actriz Gwyneth Paltrow cuenta con cierto rubor que ese fue el caso de su primera portada en 1996: tuvo que hacer dos sesiones. Pero no ha sido la única, Wintour tenía prohibido a su equipo comentar quien sería la protagonista para evitar la presión.

Comentarios y detalles desconocidos hacen de este paseo por la historia de la moda un recorrido por diferentes profesiones vinculadas a ese mundo y lo difícil que, pese a los brillos y los focos, resulta salir a flote en su universo.