La prensa nacional se hacía eco este pasado jueves de una sanción al prestigioso restaurante Atrio de Cáceres, con tres estrellas Michelin, por no informar en su carta del "precio total con IVA incluido" de los vinos, a pesar de que hace ya más de 15 años que es obligatorio por ley. El Gobierno extremeño le impone una multa de 240 euros por eso y otra del mismo importe por "no comunicar la lista de precios a la Administración", según puede leerse en una resolución notificada recientemente, atendiendo la reclamación que presentó un cliente el pasado mes de marzo; y resulta que el cliente reclamante es un vecino de Valladolid que, para más señas, tiene una cuenta personal en Instagram con más de 12.500 seguidores, @esdoctorchef, donde publica exclusivamente "opiniones políticamente incorrectas" sobre restaurantes. También es médico, aparte de aficionado a escribir críticas (negativas y positivas) sobre los establecimientos que frecuenta en Valladolid y en otros muchos puntos de España, de ahí que se autodenomine en la red social citada como "galeno de los fogones", pero sin desvelar su identidad.
La cuantía de la sanción es prácticamente irrelevante en proporción con el precio de los menús del Atrio, pero en el impacto público de la irregularidad va la mayor de las penitencias para un triestrellado que, además, se ha ganado a pulso el prestigio de lucir una de las mejores cavas de vino del mundo, con más de 4.500 referencias y muchas botellas que pueden llegar a superar los 5.000 euros. Basta con recordar que este restaurante ya fue noticia en octubre de 2021 por ser víctima de un robo de 45 botellas que se valoraron en 1,6 millones (más de 35.000 euros de media por unidad)...
'Doctorchef', en conversación telefónica con El Día de Valladolid, cuenta que visitó el Atrio junto con otra persona el pasado 9 de marzo. Tomaron dos menús degustación de 255 euros cada uno (IVA incluido, en este caso detallado sin irregularidad alguna), y aparte dos botellas de vino que, según ponía leerse en la carta, costaban 50 y 60 euros, respectivamente. Sin embargo, al pedir la cuenta, vio que les cobraban 11 euros más de lo esperado (equivalentes al 10% de IVA por cada uno de los vinos).
Carta de vinos del restaurante Atrio. - Foto: Atriocaceres.comEn ese momento no dijo nada pero, en cuanto salió del restaurante, escribió desde el móvil un primer correo electrónico para preguntar por dicho sobrecoste. "Ya suponía la causa, pero quería que me la confirmaran ellos", aclara, y que lo hicieran por escrito para contar así con una "prueba" de la irregularidad por si presentaba una reclamación formal, junto con fotos de la factura y la carta, en caso de que no le valiera la explicación que recibiese, tal y como terminó pasando. "En pocos minutos me respondieron que los once euros eran por el IVA, así que les escribí un nuevo email recordándoles que eso es ilegal, que ya la Ley de Consumo de 2007 obliga a dar el precio total"; y aunque ya no le contestaron, tras afearles la falta de respuesta en un tercer email al día siguiente, le llamó por teléfono la directora del restaurante. "El problema no está en los once euros, sino en la irregularidad que cometen, y esperaba que al menos reconocieran su responsabilidad y se disculparan. Además ya habían dicho en su email que era por el IVA porque no estaba incluido, pero la directora me lo quiso justificar diciendo que había sido por un error de imprenta, ¿qué tiene que ver eso si la imprenta imprime lo que tú le digas? Me quiso tratar por tonto, y así no", critica. Cuenta que le ofreció devolverle los once euros de IVA, pero los rechazó, previniendo así también que la Administración pudiera no seguir adelante con la tramitación de la reclamación que entonces ya, tras la conversación con la directora, tenía claro que interpondría.
Una "rectificación a medias"
La carta de vinos del Atrio es un libro encuadernado en pasta dura con más de 400 páginas, y en una de ellas, en la 14, es donde figuraba una nota de IVA no incluido. El primer periódico nacional que se hizo eco de la noticia de la sanción fue El País, que contactó con el restaurante: "Llevamos 25 años con este modelo de carta de vinos y jamás hemos tenido un problema con nadie", se defendía en dicho artículo uno de los propietarios. Sin embargo, ante ese reconocimiento, 'Doctorchef' hace cuentas durante su conversación con El Día de Valladolid: "En mi caso sólo fueron once euros, pero si multiplicas por 70 comidas diarias, que en realidad son más, y a una media de 100 euros por cliente en vino, que también son más porque nosotros pedimos botellas de las más baratas y allí las hay de más de 5.000 euros, donde el IVA se te pone por encima de 500, ¿cuánto dinero habrán cobrado de manera fraudulenta durante todos estos años?", se pregunta. En ese cálculo a bote pronto, tomando como referencia la Ley de Consumo de 2007, que ya obligaba a informar del precio total con IVA incluido, "estaríamos hablando de más de dos millones y medio de euros", desliza.
"El problema está también en que los clientes que van a este tipo de restaurantes no se fijan, o si se dan cuenta, no les importa pagar un poco más porque ya van con idea de pagar mucho", opina. "Luego también he visto alguna crítica hacia mí, diciendo que si vas a un restaurante de este nivel no puedes quejarte por once euros o cosas así, cuando la cuestión no es el dinero, sino defender tus derechos, y más precisamente cuando vas a un restaurante de este nivel", continúa, donde se presume mayor rigor y autoexigencia en todos los sentidos. "Pero es que la gente es poco de reclamar, y encima cuando lo hace, suele ir contra restaurantes humildes que bastante tienen con poder mantenerse", lamenta.
Por otro lado, en el artículo de El País apunta uno de los propietarios del restaurante que, desde que recibieron la visita del inspector de la Junta de Extremadura que se encargó de comprobar esta reclamación, en las cartas que ofrecen a los clientes ya se puede leer al final de cada página (y no sólo en una sobre más de 400) que a los precios indicados se les debe añadir el IVA. "Pero eso sigue siendo ilegal, no valen fórmulas alternativas, deben poner el precio final y siguen sin hacerlo", subraya Doctorchef; aunque ya no será él quien reclame por ello.