Conseguir cita para ir al médico de cabecera en estas fechas en un plazo más o menos razonable está más caro que en cualquier otra época del año. Y, además, depende de varios factores. El aumento de la presión asistencial, habitual en esta época por el repunte de enfermedades respiratorias agudas, se suma al descenso de profesionales médicos. Y no por la escasez estructural que existe en toda España, sino porque muchos profesionales disfrutan durante estos días de parte de sus vacaciones, ya que tienen hasta el 15 de enero para agotarlas y hasta el 31 de diciembre para disfrutar de sus días de libres disposición. Además, hay que tener en cuenta que otros están de baja afectados también por los mismos virus que están tratando en otros pacientes.
De este modo, los profesionales que permanecen en sus puestos de trabajo tienen que asumir parte de la agenda de sus compañeros, con el consiguiente aumento de presión asistencial, que deriva en retraso en dar citas. Y no es un problema fácil de solucionar, porque la escasez de médicos hace que la Consejería de Sanidad no tenga posibilidad de contratar a más profesionales para reforzar las plantillas.
Para combatir este problema, Sanidad sí que ha activado los 'contraturnos' o peonadas, es decir, jornadas de trabajo vespertinas que los médicos pueden hacer de forma voluntaria, y al margen de su horario habitual. Pueden ser de dos o cuatro horas y están incentivadas económicamente. Pero no todos quieren hacerlas, de modo que Sanidad depende de la voluntad de los facultativos para rebajar estas 'listas de espera' de consultas.
Teniendo en cuenta todos estos factores, y las circunstancias de cada centro de salud, los plazos pueden ser muy cambiantes, aunque la cita se pida con un margen de pocos minutos al mismo médico. Por ejemplo, si se confirma la activación de un 'contraturno' porque hay médicos voluntarios para hacerlo, el paciente que llame en ese momento obtendrá una cita mucho más rápida que otro que lo haya hecho antes de que se confirmara la peonada. Además, hay que tener en cuenta que hay usuarios que cancelan sus citas y estos 'huecos' quedan libres para nuevas reservas, otro factor que puede hacer que una persona que llame más tarde consiga un plazo más corto que el que ha llamado antes, tal y como explican fuentes de la Consejería de Sanidad.
Una pequeña 'lotería'
Este periódico pudo comprobar esta semana las importantes variaciones en las citas a pacientes, no solo entre diferentes centros de salud, sino dentro de un mismo complejo. Por ejemplo, para el de La Victoria, este jueves varios usuarios que hicieron esta consulta en el mismo momento tenían accesibles citas para lunes, miércoles o jueves de la semana que viene, un 'problema' que no se daba con las citas pediátricas, que en ese mismo centro de salud se ofrecían para el mismo día que se solicitaban. La misma prueba en el centro de salud de Huerta del Rey arroja resultados muy similares. Mientras que una usuaria tenía disponible el jueves una cita para el día siguiente, otros tenían que esperar casi una semana. En el caso de Barrio España, estaba disponible para el día siguiente, aunque en otros, como Delicias, la espera se prolonga por ocho días, y en el caso más extremo, en San Pablo, había que esperar dos semanas, aunque esto no es lo habitual.
Los médicos tienen pactado un límite de 35 citas al día para ver a pacientes, aunque las circunstancias excepcionales hacen que, en la práctica, tengan que hacer más al asumir parte del trabajo de sus compañeros.
A principio de la presente semana el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, compareció ante los medios junto a la directora general de Asistencia Sanitaria, Silvia Fernández, para señalar que en la mayoría de los casos se está dando cita en menos de 48 horas, un diagnóstico que contrasta con los comprobado por este periódico.