La ayuda en el hogar llega a 183 personas en Tierra de Campos

D. V.
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El plan piloto ha superado en un 25% la previsión de beneficiarias, según la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco

El programa de asistencia en el hogar atiende a 183 personas

El programa piloto de asistencia en el hogar de la Junta de Castilla Rural Care, como alternativa a la atención en centros residenciales, ha beneficiado a 183 personas mayores con gran dependencia en 42 núcleos de población de las zonas de Tierra de Campos Norte y Sur, en la provincia de Valladolid. Enmarcado en el plan 'A gusto en casa' y gracias a los fondos europeos, medio centenar de asistentes personales ha atendido desde octubre de 2020 a personas con dependencia, discapacidad o enfermedades crónicas, con intervenciones en hogares de riesgo alto por la avanzada edad de sus integrantes -el 73 por ciento de los atendidos tiene 80 años o más y la edad media es de 82, ya que solo el 7,5 por ciento tiene menos de 60 años- y por su elevado grado de dependencia -el 43,1 por ciento presenta un nivel dos o tres-. La iniciativa ha logrado su objetivo al permitir que los beneficiarios sigan residiendo en sus casas gracias a recibir los apoyos, servicios y prestaciones 'a la carta' en función de sus necesidades y deseos.

Rural Care, que finalizará el mes próximo, ha estado promovido por la Gerencia regional de Servicios Sociales aunque Fundación Personas es la encargada de proveer los servicios, que han contribuido a una mejora física y mental de los usuarios, mayoritariamente mujeres. El programa ha logrado el objetivo de atender a personas de avanzada edad y residentes en el medio rural. 

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, aprovechó hoy la presentación de los resultados del programa para destacar su "neta ruralidad", ya que ha supuesto ventajas en el ámbito de los cuidados pero también crear empleo, asentar población y fomentar la igualdad de oportunidades. No en vano, casi todos los asistentes profesionales contratados han sido mujeres que viven en las poblaciones donde se han prestado la atención. 

Además, subrayó, según recogió la Agencia Ical, su flexibilidad y accesibilidad y una mejor relación coste-resultado que en los centros especializados. "Es un proyecto innovador diseñado por y para el medio rural de Castilla y León por que la tecnología, la digitalización y la innovación aplicada a los cuidados, además de facilitar la permanencia de las personas mayores, dependientes o con una enfermad crónica es una oportunidad para generar actividad económica y nuevos modelos de negocio y crear empleos que ayudan al asentamiento de la población en los pueblos y contribuir a la lucha contra la despoblación", declaró.

Atención personalizada.

En definitiva, la consejera se felicitó por que Rural Care ha demostrado que es "posible" y "viable" ofrecer una atención personalizada en el entorno donde viven las personas. El objetivo inicial era atender a 150 mayores aunque finalmente han sido 183. También es significativo el dato que en uno de cada tres pueblos con participantes en el programa se atendió a una sola persona. 

Blanco también valoró que la prestación de servicios se ha basado en las propias decisiones de los mayores, a través de una planificación que permita a los profesionales adelantarse a los problemas. El desarrollo del programa ha contado con los socios European Social Network, la Diputación de Valladolid, la Universidad de Valladolid (UVa) y la Fundación Personas, encargada de la atención.

La consejera aprovechó su intervención en la jornada, que tuvo lugar en el Palacio de Congresos Conde Ansúrez de la UVa, para valorar la alianza de las nuevas tecnologías con los servicios sociales. En este sentido, citó algunos de los proyectos que lidera la Comunidad a nivel europeo como Wellco, para el desarrollo de un asistente virtual, o Procura, mediante el cual se han obtenido prototipos de andador inteligente y baño adaptado. Por último, se refirió al servicio de releasistencia avanzada.

Estas nuevas tecnologías, añadió, se están combinando con el modelo de atención integral centrado en la persona y, más concretamente, con su vertiente de cuidados en el hogar. De este modo, gracias a programas autonómicos como A gusto en casa' y sus derivados, como Integr@tención, Oikos, Fronteira2020 o el propio Rural Care, se ha logrado que 1.772 personas hayan podido seguir desarrollando sus proyectos de vida en el entorno comunitario. Se prevé alcanzar los 2.000 a finales de este año, con el impulso de estas iniciativas también en el medio urbano.

La intervención de Isabel Blanco comenzó con el recordatorio de que Castilla y León está desde hace una década en la cúspide de los sistemas de servicios sociales de España, de acuerdo con el Índice DEC publicado por la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. Algo que, a su juicio, cobra aún mayor relevancia si se tienen en cuenta las características demográficas y geográficas de la Comunidad ya que la tasa de envejecimiento se sitúa en el 25,1 por ciento, un proceso que es mucho más visible en el medio rural.

Por otro, habló de que la dispersión de la población dificulta la gestión del sistema social autonómico al recordar que el 94 por ciento de los 2.248 municipios que integran Castilla y León tiene menos de 2.000 habitantes. Además, el 36 por ciento de los castellanos y leoneses residen en zonas rurales y el 60 por ciento de las personas dependientes y la mitad con discapacidad reside en pequeños núcleos de población.