El Ayuntamiento de Valladolid ha concluido recientemente la actuación en el puente de Santa Teresa, en el barrio de La Rondilla, con la que se ha eliminado el pavimento de madera de una de las aceras así como las jardineras de este material, para sustituirlo por baldosas de terrazo y nuevos espacios para plantar vegetales.
El alcalde de la ciudad, Jesús Julio Carnero, ha visitado este martes el puente, acompañado por el concejal de Tráfico y Movilidad, Alberto Gutiérrez, y ha repasado las actuaciones que lleva a cabo el Consistorio en el barrio de La Rondilla, ya que a ésta del puente ha sumado otra en las calles Ángel de la Guarda y Romojaro, ya completada, además de la que se abordará en los próximos meses en la calle Penitencia.
Las obras en la acera del puente han supuesto 241.000 euros, mientras que la reurbanización de las calles Ángel de la Guarda y Romojaro se cifran en 196.000 euros.
El alcalde ha revisado la renovación integral de la acera del puente de Santa Teresa, situada aguas abajo, que había quedado dañada a finales de marzo cuando una ambulancia que había acudido a socorrer a una persona transitó sobre ella y se hundió parcialmente a su paso.
El anterior equipo de Gobierno, dirigido por Óscar Puente, realizó una intervención de urgencia en la que eliminó buena parte del pavimento de madera y dejó la zona peatonal con un pavimento provisional de hormigón.
Finalmente, el pasado otoño el Ayuntamiento, ya con el nuevo equipo de Gobierno conformado por PP y Vox abordó la obra, como ha destacado Carnero, "gracias al trabajo de la concejalía de Tráfico y Movilidad y a la participación del Servicio de Parques y Jardines".
Con un presupuesto de 241.000 euros se ha desmontado todo el pavimento de madera sintética, con sus rastreles, así como los distintos escalones y las jardineras propiamente dichas y se ha ejecutado una nueva pavimentación sobre la estructura del puente, mediante un enlosado de terrazo en colores blanco, rojo y negro, sobre mortero de cemento.
De esta manera, la acera de aproximadamente unos 2.200 metros cuadrados (200 metros de longitud por 11 de anchura) da continuidad a las existentes en los extremos del puente que dan al barrio de la Rondilla y al Cabildo.
Al mismo tiempo se ha sustituido la anterior jardinera corrida por 44 jardineras prefabricadas, con su correspondiente red de riego instalada por el interior del nuevo elemento metálico que hace también las funciones de bordillo y defensa. Asimismo, se han colocado 22 bancos de madera para completar el uso del paseo.
No obstante, en el tramo de esta acera más próximo al Camino del Cabildo se han mantenido las jardineras corridas de madera que existían lateralmente, pues el Ayuntamiento considera que estaban en mejor estado que el resto.
La representante de la Asociación Vecinal de la Rondilla Isabel Rojo se ha mostrado contenta con la actuación pues lo habían reivindicado incluso antes de que ocurriera el suceso que quebró el pavimento, ya que consideraban que la acera de madera "estaba muy mal" y había provocado "muchos problemas, continuas reparaciones y gasto".
Rojo ha añadido que han reclamado al Ayuntamiento que complete la sustitución de todas las jardineras de esta acera del puente y también que la Asociación considera que se debería instalar un valla o un bordillo más elevado porque temen que el actual no dificulte lo suficiente que un niño pueda invadir la calzada.
Cabe recordar que este puente fue inaugurado en el año 2011 por el exalcalde del PP, Francisco Javier León de la Riva, poco antes de las últimas elecciones municipales en las que obtuvo mayoría absoluta. El PSOE entonces criticó la construcción de este vial sobre el río Pisuerga, que costó "16 millones de euros" según los socialistas, aunque posteriormente en sus ocho años de gobierno municipal se centraron en mantener la infraestructura.
En segundo lugar, el alcalde también ha visitado las obras de reurbanización que se han ejecutado entre el 21 de agosto y el 29 de noviembre del pasado año en las calles Ángel de la Guarda y Romojaro, cuya pavimentación y canalizaciones presentaban una acusada obsolescencia tras más de 60 años desde su anterior pavimentación, y más de 30 desde las afecciones sufridas por la construcción del aparcamiento subterráneo para residentes.
La intervención ha constado de una renovación completa de las redes de saneamiento de ambos viales, que acusaban gran deterioro e insuficiente capacidad, recogiéndose todas las acometidas y renovándose los sumideros de pluviales.
Además, se ha llevado a cabo una restauración completa de las redes de abastecimiento de agua potable en ambas calles, cuyas conducciones de fibrocemento habían sufrido distintas incidencias, y renovación de todas las acometidas tanto de los edificios como del aparcamiento y del parque. Y se han realizado canalizaciones, principalmente para la red de alumbrado.
Al mismo tiempo se han ampliado las aceras, que incumplían los mínimos exigidos por la normativa de accesibilidad, y se han pavimentado con losas de terrazo tipo pétreo similares a las de otras calles renovadas en los últimos años en la zona.
También se han renovado el firme de hormigón y pavimento asfáltico de las calzadas de ambos viales, ampliando el radio de giro entre ambas y los aparcamientos en línea a ambos lados en la calle Ángel de la Guarda, y a uno sólo en la calle Romojaro.
Las actuaciones tendrán continuidad en la calle Penitencia al finalizar la Semana Santa, en la zona superior del aparcamiento de Romojaro en el que actuará la comunidad de propietarios del aparcamiento, proyecto para el que ya han solicitado licencia y en la calle Peña de Francia que comenzarán en verano.
Por otro lado, al ser preguntado por la calle Madre de Dios, cuya remodelación es una reivindicación del Grupo Municipal Socialista, el concejal Alberto Gutiérrez ha explicado que existe un proyecto el cual actualmente se está "terminando de definir", el cual estaría "cercano" a los 2 millones de euros.
El concejal de Tráfico y Movilidad ha señalado que actualmente el Ayuntamiento no tiene "capacidad presupuestaria" para su ejecución, aunque insiste en que estudian la posibilidad de llevarlo a cabo en lo que queda de año o en los próximos ejercicios.