La Junta de Castilla y León volvió a exigir hoy al Gobierno de España que "nunca más se vuelva a repetir una ofensa a Castilla y León y sus gentes", tras las palabras del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, el vallisoletano Óscar Puente, en relación a la situación de envejecimiento de la población de la Comunidad, que consideró como un "geriátrico al aire libre", y que motivó el envío de una queja formal este miércoles.
En la comparecencia posterior al Consejo de Gobierno, el portavoz de la Junta y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, censuró la respuesta del ministro en redes sociales por aludir -dijo- al tiempo en que tardó en responder la Junta a sus palabras, porque en ningún caso -destacó- ni desmiente la "ofensa", ni la retira, ni la aclara o intenta justificar.
Al respecto, el portavoz aseguró que en la reunión de este jueves del Gobierno había reiterado la "clara convicción" del Ejecutivo autonómico de defender los intereses de la Comunidad ante un hecho "absolutamente impropio", "no visto antes", en el que un miembro del Gobierno de España hace una "ofensa" a una comunidad desde la Mesa del Consejo de Ministros. Insistió en que están "sometidos" al "escrutinio" y la "crítica política", e incluso pueden aceptar los "insultos" personas, aunque no los compartan, pero no a una autonomía.
Además, vincula estos hechos con que no se invierta o atienda a una tierra a la que se "desprecia" desde la mesa del Consejo de Ministros.