El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado este jueves que se está trabajando en el "rediseño" del impuesto extraordinario a las energéticas, aunque ha negado que ello se deba a las advertencias de Repsol de que este impuesto "condiciona" sus inversiones en España.
Sánchez, en una entrevista con Antena, ha señalado que la crisis energética llevó a las compañías energéticas a obtener beneficios "por no hacer nada", los denominados 'beneficios caídos del cielo', razón por la que el Gobierno planteó este impuesto.
"¿Qué es lo que estamos viendo ahora mismo? Afortunadamente, gracias también a la política energética europea y en España de las energías renovables estamos viendo que la factura de la luz está reduciéndose, que el precio de la energía se está conteniendo, continúa alto pero se está reduciendo, y también estamos viendo que hay proyectos industriales que necesitan también de esa cobertura de una política energética que, de alguna manera, estimule, incentive estas grandes inversiones en energía renovable", ha apuntado.
De este modo, Sánchez ha confirmado que el impuesto extraordinario a las energéticas se encuentra ahora mismo en fase de "rediseño" para ver también cómo se pueden incentivar dichos proyectos industriales.
El presidente he negado que en España falte seguridad jurídica y ha apuntado que el 20% de todos los proyectos mundiales vinculados con el hidrógeno verde, "que es la energía del presente y del futuro, están localizados en España".
"Y eso tiene mucho que ver la seguridad jurídica, que no dio, por cierto, el Gobierno de Rajoy, que se planteó la eliminación de las primas a las renovables, con efectos retroactivos. Nos abrió muchos laudos a nivel internacional por eso que, afortunadamente, gracias a la capacidad negociadora de las vicepresidentas, pues hemos ido cerrando y acordando", ha apuntado.