La situación en los hospitales de Valladolid parece que invita al fin a un prudente optimismo. Aún no se ha llegado a producir una rotunda disminución de las estadísticas de hospitalizados, pero el descenso, aunque tímido, es prácticamente diario desde hace tres semanas, una tendencia que está llevando a los equipos directivos a empezar a desandar el camino que trazaron en sus planes de contingencia para, poco a poco, intentar ir devolviendo a la normalidad al Río Hortega y al Clínico. Pero «muy poco a poco», tal como apunta una de las fuentes consultadas por este periódico, ya que nadie se atreve aún a lanzar las campanas al vuelo. Los primeros pasos que se están dando tienden hacia la ‘recuperación’ de alguna de las zonas de hospitalización tras más de un mes funcionando solo para pacientes Covid, así como la reducción de los espacios UCI, al llegar también al ámbito de los enfermos críticos una tenue pero continua reducción de las personas ingresadas por coronavirus. En el horizonte, además, los primeros planes para recuperar una parte de la cirugía programada, derivada a centros privados (con personal Sacyl) o paralizada.
No hay nada decidido, pero en ambos hospitales se trabaja en esa línea, pero para ello tiene que continuar disminuyendo la presión asistencial no solo en las plantas de hospitalización, sino también en las zonas reservadas para críticos, en las llamadas UCIs ‘extendidas’, que abarcan URPA, REA, Coronarias y hasta quirófanos.
Clínico, Río Hortega y hasta el Comarcal de Medina del Campo continúan trabajando con muchos más puestos UCI de los habituales, asumiendo el doble o el triple de su capacidad funcional, pero la cifra de críticos ha bajado casi a la mitad en las últimas tres semanas y los síntomas de mejoría parecen claros, hasta el punto de que el Hospital Clínico (HCUV) ha desactivado ya las diez camas UCI que había en la antigua REA (2ª Oeste) y el Río Hortega ha vaciado de pacientes coronavirus su URPA (Unidad de Recuperación Postanestésica) de casos Covid, si bien aún quedan quirófanos que se están utilizando como puestos UCI en el HURH. En el Comarcal de Medina por ahora se sigue con una REA convertida en UCI, con seis puestos, cuando es un centro que carece de unidad de críticos.
El Clínico es el que más camas UCI ha puesto sobre la mesa para evitar el colapso, asumiendo, igual que el Río Hortega, críticos de otras provincias. Así, el HCUV cuenta ahora con 74 puestos UCI (en lugar de los 11 habituales), de los que 38 se encuentran ocupados, mientras que el Río Hortega ha pasado de contar con 21 camas de críticos a ofrecer 61, de las que 39 están ocupadas.
UCI: AL DOBLE DE SU CAPACIDAD
De este modo, Valladolid está ahora al doble de su capacidad UCI y, en el caso del Clínico, llegó a estar hace no tanto al quíntuple. Fue en la primera semana de abril, cuando se acumularon hasta 103 críticos Covid en los dos grandes hospitales de la provincia, que ahora están en 56 (77 en total), con variaciones muy leves y casi todas hacia abajo. Pero, pese a ello, la pandemia del Covid sigue condicionando tres de cada cuatro puestos UCI, de forma que en el HCUV, 22 de los 38 críticos tienen coronavirus y en el HURH son 34 de 39.
De la evolución de estas zonas va a depender gran parte de ese proceso de ‘desescalada’. Así lo ha dejado claro la propia consejera de Sanidad, quien insiste en apelar a la prudencia en este proceso de «normalización» de la situación hospitalaria, una fase que Verónica Casado vincula precisamente a la situación de las UCIs, que siguen por encima de su capacidad funcional (32 puestos en el caso concreto de los dos hospitales vallisoletanos): «Estamos empleando lugares que normalmente no utilizamos para la UCI, como la REA o incluso los quirófanos, por lo que todavía no estamos en ese punto porque una UCI es algo clave si intentamos llegar a normalizar la actividad hospitalaria, por lo todo que va a ir muy de la mano la situación de esas unidades», explicó el miércoles la consejera en su rueda de prensa diaria, en la que el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, dejó claro igualmente que para llegar a la normalización «las UCIs tienen que estar por debajo del nivel en el que están».
EN CINCO PLANTAS DEL CLÍNICO
Situación algo mejor se aprecia en la ‘curva’ de los pacientes Covid-19 en planta, que parece que ya se ha doblegado definitivamente, pese a que todavía continúan reservadas decenas de camas y hasta once alas en cinco plantas, en el caso del Clínico, por ejemplo, donde ya se han cerrado tres de la número 11, destinando una (la 11ª Sur) para Medicina Interna, en lo que es un primer paso hacia la normalización.
Los números de las tres últimas semanas son halagüeños y dibujan continuos descensos de los pacientes hospitalizados, descendiendo en un 54% (desde los 456 con que se inició la semana del 6 de abril) y bajando ya de la barrera de los 200 (179, según los datos del sábado 25).