Con tasas de paro del 40% entre los menores de 20 años o en el entorno del 25% hasta los 30, y una preocupación creciente entre las empresas de diversos sectores por la falta de candidatos a ocupar sus vacantes, la patronal de la industria siderometalúrgica de Valladolid, la Asociación de Empresarios del Metal (Vametal), ha decidido lanzarse a buscarlos dentro del colectivo 'nini'. Prepara un proyecto por el que ofrecerá formación y cualificación a mayores de 16 y menores de 30 que no la tengan y la quieran, «no sólo gratuita sino retribuida con contrato y sueldo desde el primer día», destaca su directora, María Rodríguez. Con un modelo de formación dual ajustado al marco legal de hoy pero que, en esencia, replica la vieja relación del maestro-aprendiz; un tutor por cada alumno.
El proyecto de Vametal, basado en el contrato de formación y aprendizaje aprobado por el Gobierno en 2012 («Modelo Maestro-Aprendiz», señala precisamente la patronal) y vinculado a un régimen de alternancia (entre un centro de formación que en este caso será del Grupo Aspasia y una de las empresas que participe), se desarrollará en paralelo, de forma independiente, a la opción reglada de la FP Dual, que aporta mano de obra «pero insuficiente». «Por eso nuestro foco lo ponemos en chicos y chicas que no tienen ni siquiera formación, que van a aprender el oficio y cobrando un porcentaje del salario que marque el convenio», incide Rodríguez.
La apuesta es nueva en esta provincia pero cuenta con la referencia de la patronal del metal de Burgos (Femebur) y sus resultados con este mismo proyecto que allí se puso en marcha hace ya siete años. «En ese tiempo han visto cómo los participantes se sienten reconocidos desde el primer día porque aprenden una profesión cuando no sabían ni hacia dónde orientarse», continúa la directora de Vametal. «Se ha visto cómo muchos de ellos evolucionan muy bien dentro de la empresa, y hoy en día muchos son mandos intermedios porque se ha descubierto talento en ellos aunque no tuvieran ningún tipo de formación previa».
En colaboración también con la Fundación Confemetal, se presenta así «una oportunidad» para los jóvenes de compaginar formación y desempeño laboral para labrarse un futuro que no tuvieran claro, mientras las empresas participantes se dotan de mano de obra que terminará siendo cualificada para aquellas ocupaciones o puestos de trabajo que más les está costando cubrir, «al tiempo que obtienen ventajas a nivel productivo, laboral y económico», explican desde Vametal.
El itinerario formativo-laboral, adaptado a cada puesto que se vaya convocando, tendrá una duración mínima de tres meses y máxima de dos años, a jornada completa o parcial. El primer año, con hasta un 65% de tiempo de trabajo, sin horas extraordinarias «salvo por causas de fuerza mayor»; y al menos un 35% de formación, siempre muy práctica y con tales porcentajes «modificables por convenio». El segundo año, en principio, los porcentajes de referencia variarían al 85-15%.
En cuanto al perfil concreto de los aprendices, deben ser mayores de 16 y menores de 30 años sin titulación o con ESO en el mejor de los casos, estar parados y también inscritos como demandantes de empleo, además de carecer de cualificación para el puesto relacionado con el contrato al que opte. De hecho, no pueden haber estado vinculados a la empresa de destino en los dos años anteriores con un contrato indefinido, ni en los seis últimos meses con uno eventual. Ni siquiera haber estado contratado de forma indefinida por cualquier empresa en los tres meses anteriores a la firma de esta modalidad de contratación.
«Todos ganan»
Las empresas que participen, mientras, se beneficiarán de reducciones en sus cuotas a la Seguridad Social; en concreto, una bonificación de 119 euros al mes sobre la cuota fija de seguros sociales, equivalente al 70% de la cuota fija (170). Asimismo, si al término del programa el contrato de aprendiz se transforma en indefinido, todavía se aplicarán reducciones en la cuota empresarial a la Seguridad Social durante tres años: 1.536 euros por ejercicio en el caso de los hombres y 1.764 en el de las mujeres.
Así que «todos ganan», en opinión de Vametal, al valorar sobre todo que la empresa conseguirá formación adaptada a los puestos que necesita a través de aprendices «cualificados, fieles y motivados», lo cual considera que le aportará productividad y competitividad, aparte de los incentivos durante el contrato y a su finalización. Y el aprendiz, «estudios oficiales gratuitos», un conocimiento temprano del entorno sociolaboral, la adquisición de competencias mediante la práctica profesional y una remuneración proporcional al tiempo efectivo de trabajo.
Para cada oficio que demanden candidatos las empresas participantes se definirá de manera conjunta la acción y el itinerario formativo a realizar, «agrupando en un curso a los mismos perfiles», con previsión de que cada grupo sea de unos 15 alumnos, aproximadamente.
De momento ya hay 20 empresas inscritas que suman 37 puestos por cubrir: catorce de carpintería y montaje de estructuras metálicas, siete de automoción y pintura, seis de electromecánico, cinco de soldadura, tres de electricidad y dos de chapa y pintura.
El primer grupo que saldrá, para dar comienzo al programa, se prevé de 15 plazas para soldadura de construcciones metálicas, con un itinerario formativo-laboral que se prolongará durante un año. El 17 de enero habrá una reunión con las empresas que participen para empezar a preparar el itinerario; después la selección de currículums; y entre marzo y abril, el inicio de un proyecto que, en palabras de la directora de Vametal, aspira a ser «bueno para las empresas, bueno para los jóvenes y bueno para la sociedad en general».