Urbanismo recreará el Camino Real desde Santiago a Las Moreras

M. Rodríguez
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El Ayuntamiento lanzará en otoño un concurso de ideas para diseñar un proyecto para revitalizar y remodelar los espacios de Las Brígidas, San Miguel y San Pablo

Urbanismo recreará el Camino Real desde Santiago a Las Moreras

El Ayuntamiento convocará este otoño un concurso de ideas para intentar que la ciudad recupere su «esplendor» histórico y monumental. Un objetivo nada baladí porque está unido a la pretensión de volver a presentar una candidatura, en la que ya se trabaja, para esta vez sí entrar en la lista de Patrimonio de la Unesco.

La Concejalía de Urbanismo capitanea un grupo de trabajo de «expertos conocedores de la ciudad» donde se está dando forma a este proyecto. Inicialmente, el propósito era repensar, desde un punto de vista transversal y multidisciplinar, algunas de las plazas de la capital. «Es muy difícil porque Valladolid no es una ciudad monumental, lo era, pero ya no tiene un casco histórico uniforme. Quedan islas monumentales en las que hay que actuar coordinadamente», detalla el concejal de Urbanismo, Ignacio Zarandona.  Tras varias reuniones, ahora apuestan por dibujar un  gran eje que una esas islas y que se denominará 'Camino Real', muy similar al que en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) se nombró como 'Bajada al Sol'.

Este itinerario, que antaño seguían las personalidades que entraban a la ciudad hasta la plaza del Rey, se iniciaba entrando por la puerta del Campo, pasando por la calle de Santiago, Plaza Mayor, Corrillos, Ochavo, Cantarranas hasta la plazuela del Almirante, Angustias y de ahí por la corredera de San Pablo y luego hasta el Palacio de la Ribera. Ahora la idea es recuperar este recorrido, que inicialmente dibujarán los alumnos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UVa, y que se convertirá en un «eje vertebrador» con ramificaciones hacia otros espacios singulares.

Posteriormente, se planteará una intervención, que conllevaría unificar el pavimento de todo el recorrido -que se cuidará especialmente-, diseñar una señaléctica propia y discreta, y construir un relato que ampare esta nueva ruta. Esto se completaría con la integración del concepto de iluminación de las plazas en la ruta Ríos de Luz. «Tendría un impacto positivo en la ciudad desde el punto de vista económico, ya que serviría para fomentar el turismo. Pero también desde el social porque se desarrollaría un espacio cultural», reitera Zarandona.

Las Brígidas

Este proyecto nació inicialmente para repensar las plazas y la primera en la que se actuará será  la de Las Brígidas. «Es la que ahora mismo está en un estado más desafortunado. Necesita una actuación importante, que podría conllevar la limitación del tráfico, nuevo mobiliario urbano...», detalla el edil. El concurso de ideas se lanzará en otoño porque todavía se está estudiando la fórmula y la financiación, donde se estudiará cómo captar fondos externos. «En el concurso se podría incluir, por ejemplo, el tratamiento de las fachadas de los edificios o generar espacios para programar actividades culturales en torno a la lectura», detalla Zarandona. Esto último sería un complemento a la próxima inauguración de la Casa-Museo Delibes, con sede en el Palacio del Licenciado Butrón. 

«Se trata de crear espacios reposados para la lectura frente al caos y el tráfico existente», se propone en el grupo de trabajo. Entre las acciones que se estudiarán está la de crear una biblioteca abierta o un punto de lectura para que los libros y los lectores sean los «protagonistas» del espacio. Además, Zarandona pone sobre la mesa estudiar cómo recuperar para el conjunto el edificio de la iglesia-convento desacralizada  de Santa Brígida, que incluso se podría llegar a adquirir para formar parte del patrimonio de la ciudad.

San Miguel

En el cronograma, la segunda intervención prevista será en la plaza de San Miguel, un espacio que se identifica con el origen de la ciudad a comienzos del s. XI, en la etapa previa a la llegada del conde Ansúrez. En este área las propuestas iniciales apuntaban a poner en valor su carácter escénico y literario. Esa idea primitiva se trasladará al entorno del Calderón, donde tendría más sentido plantear un homenaje a Concha Velasco, Juan Antonio Quintana, Lola Herrar o la Seminci. 

Los expertos del grupo de trabajo plantean ahora realzar el trazado de la antigua iglesia del s. XI, intentando elevar la traza de la misma mediante elementos muebles. Aquí la luz jugará también un papel fundamental porque jugando con ella se podría recuperar el volumen del inmueble.

San Pablo

Este será el último espacio en el que se proyecta intervenir. Es uno de los epicentros del proyecto por su excepcionalidad histórica y su valor patrimonial. Aunque su replanteamiento depende, en parte, del diseño por el que se opte para el edificio del Campus de la Justicia, que se levantará sobre el antiguo colegio de El Salvador. 

Esta plaza se identifica con el Valladolid cortesano y muy especialmente con la corte de Felipe III (1601-1606). Esta ubicación está muy vinculada a la monarquía. Carlos V e Isabel de Portugal residieron en ella, Felipe II nació aquí, al igual que Felipe IV, y la configuró como espacio de poder. Por eso, el planteamiento es «realzar» el carácter histórico de la ciudad y promover un proyecto urbano integrado y ordenado. «Debe ser más humano, cercano al ciudadano, generando espacios de encuentro, además de poner en valor su propia identidad y potenciar el atractivo turístico de Valladolid», detalla el edil. 

Otro planteamiento que está sobre la mesa es «dotar de mayor protagonismo» a la escultura de Felipe II, que se podría desplazar hacia la fachada de San Pablo.