El alcalde, Jesús Julio Carnero ha enviado un requerimiento previo al presidente de Adif para que deje sin ningún efecto la aprobación del expediente de información pública y técnica definitiva del proyecto de construcción del paso inferior del Paseo del Arco de Ladrillo en el término municipal de Valladolid. Un escrito que se da a conocer coinccon la visita del ministro de Transportes a la capital para revisar los avances en la construcción de la estación intermodal.
Este requerimiento busca que se eliminen "las deficiencias' detectadas por los servicios técnicos municipales y, en definitiva, consigan que la ejecución de la obra y la propia obra que resulte de esa ejecución sean adecuadas a los intereses de la ciudad y de sus habitantes. En opinión de Carnero, "Arco de Ladrillo es una infraestructura viaria esencial en la ordenación del tráfico de la ciudad, que en estos momentos no se puede demoler ya que sumiría a la ciudad en un caos circulatorio".
El requerimiento pone de manifiesto que las discrepancias que mantiene el equipo de Gobierno respecto del proyecto aprobado no son desconocidas por Adif. Y se reitera que el proyecto aprobado, y así se hace constar en el informe técnico firmado el día 10 de julio de 2024 y en otro de fecha anterior a esa aprobación del proyecto, aplica una solución técnica al paso inferior de vehículos que el equipo de Gobierno "no puede asumir por no ser adecuada al uso que tenga ese paso como vía municipal".
Se argumenta que se suprime, en la parte del túnel destinada al paso de vehículos, la mediana con la que cuenta el resto del vial y se reducen los carriles al mínimo permitido por el Plan General de Ordenación Urbana. Esto "agrava" el efecto negativo de la deficiencia que apuntan en el diseño adoptado para el trazado en planta, que se incluye, con un doble cambio de alineación (curva/contra curva), en cada uno de los extremos del túnel. El tipo de trazado se recalca es "inadecuado" en cualquier tipo de vía y, más aún, en una vía con dos carriles por sentido. "El trazado es inaceptable por motivos de seguridad en cuanto que los cambios de alineación están situados en los extremos del túnel, que es donde los conductores experimentan perturbaciones y dificultades visuales causadas por el cambio de nivel de iluminación", aseguran en un comunicado.
Otra de las razones argumentadas es que el proyecto "no analiza con el detalle suficiente" la solución a aplicar respecto a la fibra óptica de "semaforización" que transcurre por el actual viaducto, que se va a demoler. El análisis detallado de esa solución es esencial porque afecta al funcionamiento de gran parte de la semaforización de la Ciudad con la incidencia que ello tiene en la ordenación del tráfico.
A lo anterior, añaden que no se contempla toda la incidencia que tiene sobre el tráfico de la ciudad la demolición del viaducto del Arco de Ladrillo teniendo en cuenta la duración de las obras, 22 meses, la situación existente en el paso inferior de la Calle de Labradores, la situación existente en el viaducto de Daniel del Olmo, que no admite tráfico pesado ni, por lo tanto, transporte público, y las obras, de ejecución simultánea en la A-20.
El equipo de Gobierno reitera "no puede asumir, ni consentir" la ejecución de unas obras sin la existencia de un estudio de tráfico lo suficientemente detallado en lo que se refiere a las soluciones a aplicar a la problemática que se plantea con la supresión del viaducto del Arco de Ladrillo e insiste en que el estudio de tráfico incluido en el proyecto aprobado no reúne esos requisitos de suficiencia.
El proyecto aprobado, critican, tampoco contiene una relación o enumeración, con la correspondiente descripción de los bienes de titularidad municipal que se van a ver afectados por la ejecución de la obra y, de manera temporal, durante la ejecución de la obra.
Por último, el escrito señala que carece del estudio de valoración sobre los límites de inmisión de ruido que va a producir el uso de la infraestructura que resulte de la ejecución de la obra. Este estudio es imprescindible según el Ayuntamiento para adoptar las medidas necesarias que consigan que los niveles de ruido se encuentren dentro de los permitidos por la normativa aplicable.