La brecha social entre los barrios más ricos y los más pobres se ha acrecentado en Valladolid en los últimos años por la crisis. Un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE) refleja, por primera vez con datos concretos, la diferencia entre 18 zonas residenciales de la capital y muestra que seis áreas están entre los cien más pobres del país.

Esta radiografía evidencia que las rentas más bajas se concentran en los barrios de la zona noroeste, mientras que las más altas optan por asentarse en la zona centro y el entorno del Paseo de Zorrilla.

Los ingresos mínimos  por habitante se localizan en la zona este, concretamente en la zona de Pajarillos Bajos, donde los vecinos disponen de unos 21.127 euros de media al año. Una situación muy similar se registra en el área de Caamaño-Las Viudas, donde este capital sube ligeramente para  llegar a los 21.531 euros, seguido muy de cerca por la zona de Pajarillos Altos y de Las Flores, donde el presupuesto familiar se fija en los 21.828 euros anuales.

El cuarto barrio de la capital con la renta más baja es La Rondilla. En este área residen más de 20.000 vecinos, que disponen de una media anual de 22.730 euros, una cantidad que se incrementa 500 euros entre la población residente en el área de Hospital-Barrio España y San Pedro Regalado, una cantidad que lo coloca en el puesto 92 de los cien barrios con menos renta media disponible entre los 478 analizados en todo el país.

Justo por encima de este límite se coloca Las Delicias, que ocupa el puesto 101 de este ranking de los barrios más pobres y los más ricos del país, con unos ingresos medios de 23.878 euros al año. En el extremo opuesto están los vecinos de la zona centro y Universidad, que casi duplican la renta media contabilizada en el barrio más humilde de Valladolid. En este área los vecinos disponen de una media de 40.402 euros al año frente a los 21.127 de Pajarillos. Un poder adquisitivo que coloca el centro de la capital en el puesto 86 entre las zonas residenciales más ricas del país. Aunque eso sí, muy lejos de los 113.838 euros que se contabilizan en El Viso, en Madrid, o los 92.755 de Pedralbes en Barcelona.

Diferencias. Esta encuesta que mide la calidad de vida en las ciudades españolas también refleja que la enorme brecha económica que se registra entre los barrios de Valladolid se deja sentir en el precio de la vivienda, los servicios y hasta en el nivel de formación de los residentes.

Unas diferencias que confirma Juan, uno de los vecinos de Pajarillos, que vive en el polígono de viviendas 29 de octubre, pendiente de un proyecto de rehabilitación o regeneración urbana para acabar con la situación de precariedad en la que viven. «Las casas tiene unos 45 m2  y la mayoría de los vecinos son gente jubilada o en el paro, con rentas bajas», explica. Juan, que lleva en el paro varios meses. Este vecinos asegura que aunque la zona tenga «mala fama» él está «contento» en  el barrio donde lleva viviendo más de 11 años. Así, asegura que si finalmente sale adelante el plan del Ayuntamiento para rehabilitar la barriada mucha gente optará por quedarse en ella porque la zona «está bien de servicios», aunque lamenta que en estos años de crisis ha visto que se abren y se cierran muchos negocios.

Negocios como la Pescadería Inés, en la que trabaja Vanessa, que comenta con resignación que «se ha notado mucho la crisis». «De lo que era a lo que es no hay color. Antes había colas para comprar y ahora está muy flojo», lamenta. La comerciante confirma que en el barrio vive mucha gente mayor, con una pensión pequeña, lo que motiva que normalmente el gasto medio «no pase de 10 euros». Vanessa también deposita muchas de las esperanzas de futuro del negocio familiar, donde asegura que han invertido mucho dinero y esfuerzo, en la anunciada rehabilitación de las casas del barrio.

Una impresiones que confirma la propietaria de la Peluquería Blanca. Tamara es una joven emprendedora que hace unos meses compró el negocio porque «aquí el precio del alquiler es mucho más bajo que en el centro». Eso sí, ella también tiene que ajustar sus precios al perfil de sus clientas, que son gente mayor, con pensiones bajas, que hacen que su gasto mensual en el negocio ronde los 50 euros. «La gente joven viene poco», lamenta.

Otro vecino, Hassan, lleva un año y medio al frente del Bar Gaviota. Vive desde hace tiempo en el barrio y está contento con la evolución del negocio, aunque «advierte que ha tenido que poner los precios más bajos». Hassan comenta que sus clientes no se pasan todos los días por el bar porque no tienen mucho dinero para consumir «todos los días», y quizás por eso también señala que no hay muchos bares en el barrio o que han cerrado mucho negocios en los últimos tiempos.

Otra de las zonas que aparece en la encuesta entre los más pobres del país es la de Las Viudas. Esta barriada sufre una situación de degradación muy visible y figura desde hace muchos años en los planes municipales de rehabilitación aunque, de momento, no se ha concretado ningún proyecto. Anastasio, un vecino de 83 años, lleva viviendo en el barrio más de 15 años y asegura que la mayoría de las casas «están desechas», una situación que es visible desde el exterior. En un simple paseo por las calles aledañas a la avenida de Segovia o al Paseo de Juan Carlos I se aprecia que la mayoría de las viviendas tienen los cristales rotos o no tienen ventanas, no hay puertas en casi ningún portal y abunda la basura en muchas de sus calles. «Nos prometieron arreglarlo, pero de momento no hay nada», lamenta Anastasio. Eso sí, asegura que a pesar de que allí se concentra mucha población de etnia gitana y emigrantes «no existen problemas de convivencia».

Hay que matizar, que la desigualdad económica que refleja este estudio en los barrios de Valladolid no es tan grande como la que existe en otras de las capitales analizadas, donde el barrio más rico supera en seis veces la renta media de los más pobres.