Joyería Zúñiga (Valladolid), Carnicería Robert (Zaratán) y Pastelería Ribón (Medina del Campo) han sido reconocidos con los Premios al Comercio Histórico de la Cámara de Valladolid, coincidiendo con su última sesión de plenaria del año. Estas distinciones destacan por la "permanencia, la innovación y el impacto social de negocios que, durante décadas, han sido motores de desarrollo económico y guardianes de la tradición comercial de Valladolid", según informó en un comunicado recogido por Ical.
"Estos establecimientos no solo representan una parte esencial de nuestra identidad, sino que también demuestran que el comercio tradicional puede adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su esencia", destacó el presidente de la entidad cameral, Víctor Caramanzana. "Reconocer su legado es una forma de agradecerles su contribución al dinamismo económico y social de nuestra provincia, y al mismo tiempo, inspirar a futuras generaciones de comerciantes", añadió.
Esta edición se ha reconocido a Joyería Zúñiga por llevar casi 60 años dedicándose al sector de la joyería. Fundada en 1965 por Antonio Zúñiga Arranz en la Plaza Mayor de Valladolid, Joyería Zúñiga comenzó como un pequeño taller que ha evolucionado para convertirse en un referente en diseño de joyas y restauración de piezas de orfebrería.
Su labor de conservación del patrimonio artístico y cultural vallisoletano es reconocida dentro y fuera de la provincia.
Otros de los negocios galardonados ha sido Carnicería Robert, establecimiento con 39 años de historia en el sector cárnico. Este negocio familiar ha pasado de generación en generación, manteniendo vivas las tradiciones cárnicas de la región. Su producto estrella, la salchicha de Zaratán, ha trascendido fronteras y se ha consolidado como un símbolo cultural y gastronómico local.
Por último, la Cámara de Valladolid ha reconocido la trayectoria de Pastelería Ribón con más de 120 años de historia. Pastelería Ribón continúa siendo un negocio familiar que ha preservado las recetas artesanales de sus fundadores, Victorio y Telesfora. Sus productos, elaborados sin ingredientes artificiales y con técnicas tradicionales, han logrado adaptarse a las nuevas demandas del mercado, priorizando la salud sin perder la esencia de su sabor original.