Las estrellas de Belén

Javier M. Faya
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Algunas casas y pisos de la provincia se engalanan para recibir la Navidad con bellos adornos que pueden ser discretos o extravagantes. Lo más importante es que los niños, los protagonistas de estas fiestas, disfruten y, de paso, los mayores

Iluminación navideña en Valladolid. - Foto: Jonathan Tajes

Dicen que hay una línea muy fina entre lo elegante y lo hortera en lo que a decoración exterior navideña se refiere. Primero, hileras de farolillos rojos, luego... Pero todo cambió con 'La casa de las luces' de Aldeamayor de San Martín. Durante mucho tiempo, su propietario, Carlos Golán, hizo felices a miles de personas, pero al final, entre robos y pandemia, echó el cierre y ahora penumbra. O eso comentan apesadumbrados vecinos que le ayudaron. Pero el médico, que no puede ocultar su pena, enseñó el camino.     

Así lo reconoce una pareja con perro que apuesta por la sobriedad de los tonos azules y la tradición de colocar los adornos en el Puente de la Inmaculada. Recuerdan cómo Carlos traía en septiembre una máquina para poner adornos arriba ¡y hasta venían autocares! «Podíamos haber montado una churrería», recuerdan divertidos, pero embargados por la nostalgia.

Tras el chasco y cual Reyes Magos en busca de una peculiar Estrella, la 'caza' llega hasta Arroyo, frente al 'parking' del campo de golf. Si hubiera un concurso provincial, lo ganaría. Cierto es que hace cuatro años lo hubo en la localidad. No era tan espectacular la casa y perdieron «frente a una puerta», comenta Noelia, artífice de esta maravilla. ¿Pique? «No. Nos impactaron las casas que vimos al lado de Nueva York en Navidad, y mi marido y yo queríamos hacer algo así». Seis líneas temporizadas, cientos de bombillas, doce papapanoeles, seis proyectores, doce líneas de iluminación, cuatro árboles de Navidad -uno de seis metros-, dos juegos de renos, tres escaleras iluminadas, dos juegos de música de villancicos, un  belén iluminado...

De 18.15 a 21.15 se puede admirar... desde fuera. Todo empieza en octubre, colocando el tejado, aunque este año casi no lo hacen. «Es muchísimo trabajo», reconoce Fernando, pero, claro, solo por ver la cara de Gonzalo, el nieto de dos años y de los otros niños que se acercan -alguno echa cartas al buzón-.

La madre de Noelia, Julia, que vive en Valdestillas, tiene mucho que ver. Hace ocho años pensó que qué mejor que trasladar de alguna manera el Belén de dentro de casa al exterior. Y eso hizo, aunque se 'colaron' osos polares, papa noeles -uno salió bailón y cantarín-, muñecos de nieve... Tras presumir de que lo ha montado todo -su hija le ayudó en compras por internet-, A sus 74 años, llena de iniciativa -el 26 abre en Santovenia una exposición de muñecas Nancy con vestidos que ha hecho-, aprovecha para animar a los vecinos a seguir su ejemplo, incluso a poner una pancarta grande que vaya de una acera a otra de 'Feliz Navidad'.

En Valladolid no abundan los chalés y no se han encontrado casas de fantasía, pero sí la comunidad de Terrazas de Ariza, con unos vecinos más que concienciados -y ya van tres años- en transmitir el espíritu de la Navidad y anunciar que el Niño Jesús nace el próximo lunes. Porque de eso va todo esto. Dicen que hay una línea muy fina entre creer y no creer.