El descenso de la actividad que ha experimentado Lingotes Especiales como consecuencia de la crisis de los semiconductores en la automoción ha derivado en un conflicto laboral que hará que la plantilla salga a la calle a protestar este lunes. La fábrica ubicada tiene un nivel de producción de en torno al 60 por ciento respecto a antes del comienzo de la crisis. Además, según fuentes de la compañía, el precio de la materia prima que utiliza se ha duplicado, mientras que los costes energéticos se han cuadruplicado. Tan complicada se ha tornado la situación que a finales del año pasado la empresa solicitó un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de 32 días hasta el 30 de junio de este año. No obstante, todavía no se ha aplicado ninguna parada porque los sindicatos lo han denunciado en el Juzgado al entender que no está justificado. El 11 de febrero habrá una reunión en el Servicio de Relaciones Laborales (Serla) para buscar un acuerdo.
Sin embargo, esta medida no parece ser suficiente para capear el temporal en la empresa, ya que el inicio del nuevo año coincide con una actualización de los salarios pactada en el convenio en vigor, cuyo periodo de aplicación acaba este año. El acuerdo contempla una subida de los salarios equivalente al IPC real más 0,5 puntos. Teniendo en cuenta cómo está la inflación, esto obligaría a la empresa a subir los salarios cerca de un siete por ciento, una medida que, a día de hoy, es "inviable". Por eso Lingotes ha recurrido a la reforma laboral de 2012, todavía vigente, para aplicar lo que se conoce técnicamente como inaplicación del convenio. Es decir, un descuelgue de las condiciones pactadas por motivos económicos. Según fuentes sindicales, Lingotes aduce que en los dos últimos trimestres ha tenido un nivel de ventas inferior al del mismo periodo del año pasado, lo que le permitiría acogerse a esta cláusula y dejar de aplicar el convenio. "Es una medida para salvar la empresa", señalan fuentes de la compañía, quienes recuerdan que Lingotes está abierta a negociar posibles soluciones con los sindicatos, a los que critica por "no tener voluntad de negociar" el ERTE. Desde Lingotes se incide en que muchas empresas del sector han tenido que recurrir a esta medida. También aseguran que en otras ocasiones que ha habido que recurrir a ella en esta compañía "no ha habido problemas para llegar a acuerdos". Lingotes ha sufrido especialmente por el incremento de costes de la energía, un problema que le ha hecho perder competitividad respecto a empresas del exterior.
Por su parte, los trabajadores rechazan esta medida porque "la empresa sigue dando beneficios", y este lunes se manifestarán por la mañana frente a las oficinas que Lingotes tiene en la capital y por la tarde en la puerta de la fábrica, ubicada en la carretera de Fuensaldaña. Los sindicatos ya han anunciado que si la empresa se niega a seguir aplicando el convenio que ella misma firmó, las protestas subirán de nivel, ya que, según los trabajadores, esta medida supondría que su salario bajase casi un 25 por ciento hasta que finalice la aplicación del convenio. Es decir, hasta finales de año.