Intrum ofreció este jueves a los sindicatos reducir de 688 a 646 los despidos que prevé con el ERE presentado a nivel nacional, pero sólo de 162 a 161 los de su centro de Valladolid (serían 160 de Intrum y 1 de otra sociedad del grupo, Solvia). Continúa así una negociación por goteo que el grupo sueco de gestión de activos inmobiliarios ya inició en la reunión del día anterior (la del miércoles, que ya era la cuarta), cuando propuso una primera rebaja de los 702 despidos iniciales a 688, y de 166 a 162 en Valladolid. Planteamientos que UGT, CGT y CCOO coincidieron en considerar "un insulto".
Así, si el expediente terminara aprobándose con la propuesta de este jueves, conllevaría el despido de 161 de los 515 trabajadores que mantiene Intrum en Valladolid, y de 485 repartidos entre sus centros de trabajo de Madrid, Alicante, Almería, Barcelona, Huelva y Zaragoza, por lo que la cifra total de afectados ascendería así a 646 sobre una plantilla total de 2.088 trabajadores.
"La empresa vuelve a tratar a la plantilla del centro de Valladolid con el desprecio que demuestra al ofrecer sólo una desafectación menos que el día anterior", destacaba a El Día el presidente del comité de empresa de Valladolid, Jaime Esteban (CGT). "Somos uno de los centros más afectados por la sangría de despidos, y sin embargo sólo cinco de las 56 desafectaciones serían para Valladolid", incidió. Y además, "para CGT es imprescindible que el 100% de las salidas sean voluntarias".
"La empresa ha vuelto a demostrar su total desprecio por nuestra situación, nuestro futuro y el esfuerzo diario que realizamos en nuestros puestos de trabajo", señalaron UGT, CGT y CCOO a través de un comunicado conjunto en el que tachan de "insulto" la última propuesta.
Respecto a los despidos, aunque se reduzcan a 646, "el impacto sigue siendo brutal y desproporcionado", advirtieron. Y tacharon de "miserable" y de "limosna" la indemnización planteada, que sería de 25 días por año trabajado con un límite de 14 mensualidades.
En cuanto a la voluntariedad, "limitarla al 20%", como propone la empresa, "es condenar a muchos compañeros a un despido forzoso e injusto", aparte de que la interpretan como "ficticia" por las condiciones. Y previenen de un "ataque encubierto" a las condiciones de quienes se queden: "Disfrazan un recorte de nuestros salarios, beneficios sociales y derechos laborales como una 'homogeneización', quieren precarizarnos aún más".
De ahí que los sindicatos insistieran en alentar a la plantilla a secundar la huelga convocada para el próximo lunes; para reclamar "una indemnización justa", 100% de salidas voluntarias y el rechazo de la modificación sustancial de condiciones de trabajo, mientras la negociación avanza hacia el final del periodo ordinario de consultas del ERE, que vence el 21 de junio.